Si hay algo que define al panameño es su entrega absoluta al Carnaval. Para algunos, es la razón de vivir; para otros, la excusa perfecta para huir. Sea como sea, no hay nadie que quede indiferente. Así que, si aún no te identificas con ninguno, no te preocupes... en unos años podrías hacerlo.

1. Los del “Dime que vas al Carnaval sin decirlo”

Maletín en una mano, colchoneta al hombro, cooler bien cargado, chancletas, shorts y su infaltable sombrero de paja. El kit completo. No lo nieguen, ya sabemos pa’ dónde van.

2. Los estrategas

Doce meses ahorrando, planificando, calculando y entrenando la resistencia —porque estos cuatro días son una maratón, no un sprint.

3. Los ofendidos

Cuando alguien les pregunta si van a carnavalear, ponen cara de asombro y responden con un indignado: “¡Yoooooo...!”. Pero bien que sabemos que están ready desde diciembre.

4. Los que no van porque trabajan

Porque alguien tiene que mantener el país funcionando mientras una buena parte de la población se acalambra de tanto bailar y gritar.

5. Los que no van porque no tienen plata (y lo dicen sin pena)

“Estoy limpio”. Directo al grano y sin rodeos. Pero igual se la gozan con memes y videos.

6. Los anti-Carnaval orgullosos

Los que ven la ciudad vacía y sienten que ganaron la lotería. Sin tranques, sin filas, sin gente. “Por fin Panamá como debería ser siempre”.

7. Los del retiro espiritual

Mientras unos practican el arte del perreo hasta el suelo, ellos buscan la iluminación en un lugar remoto. Cada quien con su gusto.

8. Los que se van de descanso

Playita, campo, una hamaca y ni una gota de agua de culeco cerca. “Carnaval sí, pero en mi término”.

9. Los debutantes entusiastas

Sea su primer, segundo o tercer Carnaval, lo viven como si fuera el último. No se pierden ni un culeco, ni una murga, ni una tonada.

10. Los que “ya pasaron esa etapa”

“Esa época ya pasó, yo ya no estoy pa’ eso, eso es para chiquillos”. Pero bien que cada año se les escapa una lagrimita de nostalgia.

11. Los babysitters de Carnaval

Van a “cuidar” a sus hijos de 15 años que van a su primer culeco. Spoiler: terminan más mojados que ellos.

12. Los que presumen de haber ido una vez y basta

“Ya fui a unos culecos y con uno fue suficiente, no me verán más por allí”. Hasta que les da la nostalgia y regresan.

13. Los que hacen negocio en el Carnaval

Desde los que alquilan sus casas, visten a las reinas, tocan en la murga, venden raspao' y hasta los que conducen el carro cisterna. Para ellos, estos días son su diciembre.

14. Los hinchas de su tuna

Si no has conocido a un apasionado defensor de su tuna, no has entendido el Carnaval panameño. No se metan con ellos, porque defienden su equipo, digo su reina, con más pasión que un club de fans adolescentes.

15. Y tú, ¿cuál eres?