1. Asegúrese de que siempre cuenten con alguna fruta en casa, en vez de sodas o galletas.

2. Prefiera los de la temporada. Saben mejor y están más baratos.

3. Convierta en costumbre agregar frutas a la lonchera.

4. Haga que su niño le acompañe al mercado o al supermercado a escoger frutas y vegetales.

5. No se rinda si su hijo pequeño dice que algún vegetal o fruta no le gusta. Otro día vuelva a ofrecérselo.

6. Prepare en el desayuno smoothies que incluyan frutas y algún vegetal como zanahoria o espinaca.

7. Pruebe con agregar frutas a las ensaladas, a la avena y a los cereales de la mañana.

8. Congele cuadritos de piña, melón o gajos de naranja. Son muy refrescantes en los días calurosos.

9. No diga: “cómete los vegetales o no hay postre”. De esta manera parece que comerlos fuera un castigo.

10. Reemplace los clásicos postres por piezas de fruta.

11. En vez de helado compre sorbetos, aunque siempre con moderación.

12. Empiecen a reemplazar las sodas y jugos con agua. Las frutas es mejor comerlas completas, no licuadas.

13. Ofrezca a sus hijos incluso las frutas y vegetales que a usted no le gustan.

14. Pero lo mejor es mostrar el ejemplo. Incremente su propio consumo de frutas y vegetales.