Estar al cuidado de los niños es una responsabilidad que los adultos asumen frente a diversas circunstancias. No existe un manual o fórmula infalible para lograrlo con éxito, pero, al ocuparnos de la labor, se va aprendiendo de la experiencia, de la experiencia de otros y también recurriendo a guías profesionales.
En estos momentos, las familias de todo el mundo se están adaptando a los cambios que ocurren debido al COVID-19.
Entrevistamos a Melva Ramírez, psicóloga clínica y coordinadora de proyectos de reducción de la demanda de Drogas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen para América Central y el Caribe (UNODC ROPAN), quien nos ofrece una orientación sobre los escenarios que pueden estar atravesando los miembros de una familia con hijos pequeños.
Después de haber pasado cuatro meses en cuarentena, ¿cómo se espera que sea el estado emocional de los adultos en la casa?
Los adultos podrían experimentar niveles de estrés más pronunciados, también podrían sentirse ansiosos, irritados, abrumados por las preocupaciones y por una sensación de incertidumbre. Esto incluso se puede reflejar en cambios en los patrones de sueño o de alimentación. También es común la dificultad para concentrarse en las tareas cotidianas o en las responsabilidades laborales.
El adulto, en estas circunstancias, debe buscar la manera de disminuir ese estrés para que no interfiera con sus compromisos, responsabilidades y relaciones en el hogar. Por ejemplo, compartir las obligaciones del cuidado de los niños en el hogar con otros adultos, establecer tiempos equilibrados para el descanso y trabajo.
Los expertos recomiendan mantener una rutina en casa que incluya el trabajo, el ejercicio y convivir en familia, pero ¿qué ocurre cuando los adultos recurren a mecanismos negativos como el alcohol u otras sustancias para afrontar esta situación excepcional?
El abuso de sustancias como el alcohol y otras drogas agravan la situación ya que aumentarán las reacciones emocionales negativas y pueden presentarse complicaciones en la salud producto de este abuso. Pueden generarse también situaciones conflictivas o de violencia en el hogar como resultado del consumo de estas sustancias. De igual forma, este consumo contribuirá a disminuir la capacidad del cuidador/a en cuanto a sus responsabilidades y en las relaciones con los hijos y demás miembros que conviven en el hogar.
¿Cómo deben los padres o cuidadores de los niños manejar las manifestaciones de estrés de los pequeños?
Aprender a reconocer el estrés en los hijos es importante y también reaccionar de la manera correcta ante este estrés. De acuerdo a la edad, pueden darse diversas manifestaciones de ese estrés. Los niños pueden mostrarse callados, tristes o agresivos o no querer cumplir con sus tareas. Llorar con más frecuencia, estar muy apegados a los padres o discutir mucho entre los hermanos son otras señales de su estrés. El atenderlos con cariño y comprensión contribuirá a que disminuya el estrés en los hijos. Algunas conductas que sugerimos a los padres son:
Manifiéstele su amor y afecto a los hijos tanto verbalmente como a través del contacto fisco. Sea cariñoso con sus hijos para poder tranquilizarlos y consolarlos mientras mantiene una relación positiva. Abrácelos y/o tómelos de la mano. Dígales que los ama. Resalte lo positivo de los hijos. Busque oportunidades para alabar a sus hijos cuando hayan hecho algo bueno, por pequeño que parezca. Recuerde la importancia que el juego representa para los niños. Anime a sus niños a jugar. El juego es muy importante para ayudarles a canalizar el estrés y las preocupaciones.
Brinde a los niños información precisa sobre lo que está sucediendo, pero no los abrume. Tenga cuidado con lo que ve o discute con sus hijos. De igual forma, guíelos en cuanto a lo que ellos vean por internet.
Trate de mantener una rutina en la vida diaria, y de desarrollar actividades que les sean interesantes y les mantengan ocupados.
Muchos padres no escuchan lo suficiente a sus hijos ya sean pequeños o grandes, ¿por qué esta acción es importante y más en estos momentos?
Porque la relación más significativa en la vida de los hijos son sus padres o las personas que tienen la responsabilidad de cuidarlos. A veces es una abuela o unos tíos, por ejemplo. Los cuidadores deben brindar la mayor protección y compresión cuando se trata de situaciones nuevas y difíciles para los niños.
El observarlos, escucharlos, animarlos y preguntarles por sus sentimientos esparte del rol de ser padres y madres, y, en estas circunstancias, ayudan al niño a disminuir sus niveles de estrés al sentirse comprendido.
Obsérvelos y no les critique cuando ellos se quejan, sino escúchelos y converse con ellos, tenga paciencia.
¿En qué consiste la campaña “Escucha primero” de UNODC y qué dimensión adquiere en estos momentos?
Escucha primero es una campaña de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen para América Central y el Caribe (UNODC) dirigida a fortalecer las acciones de cuidado y protección a los niños atendiendo a sus necesidades para que los mismos crezcan de manera saludable. La campaña tiene como lema “Escuchar a los niños es el primer paso para ayudarlos a crecer sanos y seguros”.
Esta campaña está dirigida a padres y madres de familia, maestros, personal de salud y agentes de prevención en general y contiene información para cada uno de estos grupos, con datos basados en evidencia científica, para que ellos puedan apoyar el crecimiento saludable de los niños y adolescentes previniendo además conductas de riesgo como el consumo de drogas y factores asociados.
La campaña dispone de videos y material impreso. La misma se encuentra disponible para todo el que tenga interés en el siguiente link.
En este link pueden descargar una guía para cuidadores de niños en tiempos de cuarentena elaborada por UNODC: