Podría compartirte muchas historias del cáncer, pero he decidido contarte esta en particular porque creo que también trae algo para ti.
Es sobre las muñecas de trapo. Somos un grupo de mujeres que hemos enfrentado el cáncer, y lo seguimos haciendo, dándole la mano a cada mujer nueva que entra con un diagnóstico bajo el brazo y mil dudas y pensamientos en la cabeza.
Somos el grupo más desordenado, gracioso y desinhibido que puedas imaginar. Reímos mucho y escandalosamente; cuando nos juntamos, hacemos más ruido que un cumpleaños infantil. Organizamos pijamadas, nos vestimos de rosa con camisetas a juego y posamos con grandes globos, nos reímos de nosotras mismas y elegimos hacer de cada día una fiesta con solo un chat.
¿Por qué las muñecas de trapo? Porque le inyectamos humor a la vida y le restamos drama a la existencia. Después pelear contra al dragón, unas estamos más o menos cosidas que otras, pero todas llevamos alguna cicatriz que no guardamos como estigma, la convertimos en una anécdota y otra raya más para el tigre. Hay quienes hablan de plantas o mascotas, nosotras hablamos de nuestras costuras y tratamientos.
Estamos claras que nos vamos a morir.
Pero ojo, tú también.
Sí, todos moriremos algún día. Pero todos los otros días, no.
Por eso quiero decirte que vive intensamente. Ríe a carcajadas, disfruta las pequeñeces, llora mares que sequen rápido y coge rabias que duren poco. En un mundo tan lleno de queja y gente que contesta a “¿cómo estás?” con “en la lucha”, sé tú la escarcha.
A veces, ser feliz se ha vuelto en algo que tienes que justificar. Pero, ¿sabes? No tienes que estar libre de problemas, errores, miedos y desbalances para decidir salir regalando sonrisas y poniéndole buena cara al mundo y a la vida.
Debemos buscar ir acompañándonos y contagiándonos de personas con buena energía, que también vivan apasionadamente y compartan nuestras locuras.
En las últimas semanas han coincidido donde mí varias mujeres con la misma inquietud: sentirse abrumadas por las situaciones de su cotidianidad, lo que las llevaba en una espiral de emociones descendientes, de la que no sabían cómo salir.
Lo que voy a decirte puede sonarte muy básico, pero es la receta más eficaz que hay. Vieras el cambio tan radical en la vida de estas mujeres desde el mismo día en que empezaron a aplicarlo.
Es así de simple: decide ya reconectar con la alegría.
No te pido que niegues la realidad ni pretendas que han desaparecido tus problemas. O que te fuerces a pensar que has sanado o que tu situación económica va a dar la vuelta mañana. Te pido que, aun con todo eso, busques conectar con la alegría. Con algo que esté a tu alcance, y que hoy sí te puede sacar una sonrisa.
Lecciones de las muñecas de trapo
Cuando vives con alegría vives más intensamente y de verdad; de eso se trata la vida. Y de ser feliz sin tener que esperar tanto para serlo, porque tu energía fluye hacia lo que te enfocas, y aquello en lo que te enfocas crece.
Por ende, cuando decides enfocarte en lo que te da alegría hoy, seguirás encontrando más razones para esa felicidad. Cuando, a pesar de todo, decides concentrarte en la veranera de colores magenta, en el viento que desordena tu pelo, en las pompas de jabón, el sabor de lo que comes, en los mensajes positivos o en las tonterías que dan risa.
Cuando te das cuenta que ofuscarte y abrumarte más no resolverán ni un cáncer ni la economía; cuando decides que tú, contra viento y marea, vas a disfrutar tu día, te encontrarás vibrando diferente, vibrando alto y sintiendo que fluyes más ligero.
Todos somos vibración; el cosmos entero es vibración y se comunica a través de ella. Las emociones también tienen vibración y cada una emite en un grado que recibe en el mismo nivel.
Vibrar bajo, en la queja, el pesimismo, el miedo, el estrés o el agobio, solo atrae más de lo mismo. Si te enfocas en las deudas, los desamores, la enfermedad o la soledad, solo verás más de ello y seguirá llevando a tu vida aquello que vibra en el mismo bajo nivel.
Cuando decides reconectar con la alegría, vibras alto y atraes hacia ti situaciones en el mismo nivel. Allí donde no veías solución, empiezan a llegar las ideas, las casualidades (que no existen y son sincronizaciones) y las personas idóneas.
Eso lo sabemos las muñecas de trapo y por eso te lo quería compartir, porque no hay cáncer ni pasado ni presente que nos niegue unas buenas risas, que no es negar ni lo que nos ha pasado ni los nervios de que nos pueda volver a pasar; es saber que hoy estamos vivas, como tú, y decidimos vivir celebrado la vida.
Mañana será otro día y cada día traerá su afán. Ese día, también decide encontrar algo que te de alegría y vivir intensamente.