Nuestra vida al final es el resultado de nuestros hábitos. Hay muchos que deberás incluir o extraer, dependiendo de lo que estés buscando, pero hoy traigo dos que te pueden transformar por completo y para siempre.
Hábitos son esas pequeñas acciones que llevamos a cabo todos los días dentro de nuestra rutina, de una manera tan regular que van forjando los caminos que recorremos.
Cuando meditas, acallas esa mente parlanchina que no te deja tranquila, eres capaz de conectar con una fuerza superior que nos apoya y pone a nuestra disposición todo el conocimiento y respuestas que están dentro de nosotros
Voy a contarte del primer hábito transformador que descubrí durante mi quimioterapia. Buscando qué pudiera ayudar a mi cuerpo y mi estado de ánimo durante ese duro proceso encontré que diferentes caminos me animaban a introducirlo en mi vida. Realmente hizo la gran diferencia, y siempre me lleva al remanso de paz que equilibra mi vida.
Te hablo de que incluyas el hábito de meditar. Puede que no tengas claro de qué va, no sabes cómo hacerlo o no tienes tiempo, y te entiendo. Yo también pasé por allí, así que quiero ponértelo fácil para que lo incorpores en tu vida desde hoy.
Cuando meditas, acallas esa mente parlanchina que no te deja tranquila, eres capaz de conectar con una fuerza superior que nos apoya y pone a nuestra disposición todo el conocimiento y respuestas que están dentro de nosotros. Puedes llamarlo intuición, universo o, como yo, Dios. Es dejar de hablar tú para abrirte a escuchar una sabiduría más grande, cargada de respuestas y una inmensa paz.
Meditar te saca de la ansiedad sobre el futuro o el pesar del pasado, porque cuando meditas estás solo en el presente. Meditar cambia las ondas y frecuencias cerebrales, lo que se refleja en los estados de ánimo, personas y oportunidades que atraes a tu vida. Te permite entrar en contacto contigo misma. Te relaja, libera de estrés, equilibra y eleva tu estado de ánimo. Te permite fluir con tu vida, vivir mejor y atravesar cualquier tormenta desde un mejor lugar.
Meditar no requiere que domines complicadas técnicas. Puedes comenzar de manera muy simple y puedes hacerlo con solo cinco minutos diarios. Busca un espacio donde no te interrumpan y siéntate cómodamente con las manos hacia arriba sobre tus piernas. Siéntate recta, relaja los músculos de tu cara, incluyendo mandíbula y entrecejo, suelta tus músculos corporales, los hombros, el abdomen y el piso pélvico y siente el peso de cuerpo. Cierra los ojos, si eso te ayuda a aislarte de las distracciones externas, y si tu tiempo es limitado, pon una alarma para evitar tener que estar mirando el reloj. Comienza respirando consciente y pausadamente.
Lleva toda tu concentración a cómo el aire entra a tu cuerpo por la nariz, da la vuelta por tus pulmones y vuelve a salir. Fija tu atención en esto varias veces soltando más cualquier tensión en tu cuerpo cada vez y luego lleva la atención a sentir los latidos de tu corazón hasta que puedas escucharlo y sentirlo en tu pecho. Desde tu corazón palpitante siente cómo te conectas con la inmensidad infinita de una fuerza universal que nos sostiene a todos.
A mí en un principio me funcionó utilizar meditaciones guiadas donde me resultaba más fácil seguir una voz que me dirigiera. YouTube y SoundCloud están llenas de algunas de las que puedes apoyarte. Yo inicié y sigo utilizando las de Louise Hay.
Los dos hábitos que transformarán tu vida
Y ahora te presento el segundo hábito que transformará tu vida: ¡vivir en agradecimiento!
En esta era de prisas y súper productividad es común tener siempre el ojo en lo que nos falta o está pendiente. El agradecimiento es el mayor antídoto contra los miedos y la depresión, pues está comprobado que no puedes mantener pensamientos de agradecimiento y pensamientos negativos al mismo tiempo.
Esta llave está siempre disponible para ti en cuanto te concentres en cómo se siente estar agradecido. Y eso incluye las victorias y agradecer las lecciones que vienen de los reveses. La gratitud es el nivel más alto de frecuencia energética; todos somos energía y nuestro estado emocional atrae lo que vibra en nuestra frecuencia y repele aquello que tiene una distinta. Cuando eliges vivir y sentir agradecimiento, vibras en los mismos niveles de la abundancia de todo tipo.
Los milagros ocurren desde la consciencia del agradecimiento. Eso significa sentir al detalle dentro de ti por qué agradeces. No solamente decir agradezco por tener casa, familia y/o trabajo. ¿Qué agradeces de tener una casa y de tu casa en particular? ¿Qué es lo bueno de tu familia? ¿Qué ventajas te permite experimentar tener un trabajo? Inicia el día sintiendo el agradecimiento por estos detalles y comenzarás con mejor estado de ánimo.
La gratitud es el nivel más alto de frecuencia energética; todos somos energía y nuestro estado emocional atrae lo que vibra en nuestra frecuencia y repele aquello que tiene una distinta.
Te invito a que incluyas en tu día un diario de agradecimiento. Yo compré una agenda de página completa o puedes buscar un cuaderno coqueto para que sea tu compañero. Cierro mi día escribiendo todo lo vivido, bueno o malo, pero iniciando la frase con “Agradezco por…”. Esto me hace caer en cuenta de todas las buenas cosas que ocurren en el día y que puedo pasar por alto sin apreciarlas y también me fuerza a agradecer por las lecciones que aprendo de aquello que no salió como hubiera querido.
En tu propio diario de agradecimiento comienza apreciando lo que tienes, lo que te ocurre y agradece por ello genuinamente, no importa lo grande o pequeño que sea. Hay cosas, oportunidades y personas estupendas en tu vida. Aprecia que estén contigo y siente agradecimiento por ello.
Incluye en tus agradecimientos aquello que normalmente das por sentado. Agradece por el café matutino, tu salud, la risa de tus hijos, un atardecer hermoso y los correos y chats de tus amigos de siempre. Agradece por esa visión que tienes para tu vida. Aunque aún no la estés experimentando, agradece desde ya las relaciones que estás forjando, el trabajo soñado que te está esperando, la idea de tu viaje ideal. Agradece por tus sueños, porque es el mejor llamado que puedes hacer para que entren a tu vida.
Una vez leí y me encantó este escrito sobre el agradecimiento: “El agradecimiento libera el potencial de tu vida. Convierte a lo que ya tienes en suficiente y más. Transforma la negación en aceptación, el caos en orden, la confusión en claridad. Puede convertir una comida en un festín, una casa en un hogar y a un extraño en un amigo. El agradecimiento le da sentido a tu pasado, trae paz a tu presente y crea tu visión para el mañana”.