Por un momento separémonos de la realidad hoy y demos un salto cuántico al año 2022, teniendo la seguridad que hemos superado la crisis sanitaria, aplanado los baches económicos y abrazamos con tranquilidad a nuestros seres queridos; esto es lo esperado, ya que de toda crisis siempre se debe aprender algo y mejorar en todo aquello que sea posible.
Por esto y volviendo al hoy, más que cuestionar el sistema educativo actual, esta crisis se ha presentado como la oportunidad perfecta para reconocer que debemos como país, evolucionar a una manera de educar que no solo se base en la tecnología, sino que prepare a nuestra sociedad para hacer frente a futuras amenazas económicas, biológicas o de cualquier tipo y así actuar como una sociedad con las habilidades necesarias para levantarse con el esfuerzo individual y de la colectividad.
Es aquí en donde el concepto tecnológico 5G tiene sentido en la ecuación educativa. En 20 años, gracias a la constante investigación en el ramo de las telecomunicaciones, el mundo ha pasado de tener una red 2.5G (Velocidad – 115kpbs) a estar a las puertas de la generación 5G (Velocidad – 1 a 10 Gbps.).
Ahora se preguntará usted que me lee: ¿Qué tiene que ver esto con la educación panameña?
La respuesta es una sencilla analogía – Nuestro sistema educativo opera a una velocidad de – 1kbps a 2,4 kbps.
Los años nos han comprobado que las mesas de dialogo, las mejoras salariales a docentes, pujas y repujas entre los distintos gobiernos y los mismos sindicatos magisteriales, solo nos ha llevado a un documento consensuado llamado “Compromiso nacional por la educación – 2017” que es la sumatoria de grandes esfuerzos por mejorar la educación, pero al parecer el momento correcto para hacer el cambio nunca llega.
Tomando en cuenta lo anterior, cuándo será el momento correcto para la educación, mientras miles de jóvenes salen de las aulas con apenas lo básico para adentrarse en un mundo laboral altamente tecnificado y cambiante, donde el emprendimiento e innovación están marcando la pauta a seguir, como parte de un entorno empresarial o como una posibilidad de autoempleo.
En temas educativos, la investigación a nivel global no se ha detenido, hay métodos y sistemas de enseñanza de todo tipo, fórmulas de evaluación, exigencias docentes, materias elementales y experimentales, por lo que metodologías de enseñanza podemos encontrar muchas, pero en ese aspecto, nuestras realidades socioeconómicas, geográficas, culturales y hasta naturales son únicas, por lo que entendiendo y aceptando esto, nuestro sistema educativo debe gestarse bajo los intereses de Panamá, por y para el bienestar de nuestros ciudadanos del mañana.
Es así, que partiendo desde el hoy, considero que de manera paralela se puede planear con miras al 2021, un proyecto que llamo “Método Panamá para la formación de los ciudadanos” donde se escojan 90 escuelas, 30 por nivel (primaria, pre media y media) aplicando en un periodo de 3 años (2022, 2023 y 2024), un método evolutivo de formación, intra y extra evaluado, donde se impartan experiencias en materias duras y blandas, contemplando desde el ser, al aprender, hasta el hacer, de manera tal que el niño, niña o joven se empodere de su propio aprendizaje por interés propio, tomando en cuenta sus verdaderas habilidades, reaccionando a las necesidades del entorno y haciéndolo partícipe de las soluciones, desde un plano local, pero con conciencia global.
Pasado el periodo de experimentación (2025) y luego de evaluaciones progresivas a lo largo de los tres primeros años, se puede dar el paso y escalonadamente cambiar el sistema, aplicando la nueva fórmula al inicio de ese año escolar, teniendo en un periodo de 6 años los primeros bachilleres con un nuevo sistema educativo, tiempo suficiente para que las universidades hagan el cambio y reciban a los estudiantes con ganas de seguir aprendiendo (Inicios de 2028).
Esto es posible, no solo con voluntad, sino aceptando que, como nación, nuestras oportunidades pueden ser múltiples en la medida que tengamos ciudadanos empoderados, proactivos y colaborativos, que conozcan su realidades y posibilidades locales, pero con una visión global de aquello en lo que puedan aportar, conociendo de primera mano su esencia y potencial como persona, para luego aportar allá donde sus habilidades sean de utilidad.
La idea que sea paralelo permite, que el proyecto esté fuera de los intereses magisteriales, vaivenes políticos y la burocracia de cualquier tipo, para que de manera eficaz y progresiva se forme a los hombres y mujeres que llevarán a Panamá al sitial mundial que nos merecemos, más allá de ser un canal o un centro bancario.
Esto no es una utopía, es mi propósito de vida, actuando desde mi ventana para lograr que mi hija y los niños, niñas y jóvenes del país tengan mejores posibilidades.
Educación 5G
Al comprobar año tras año desde el sector empresarial, bancario, científico, cultural, etc. las falencias generadas desde el sistema a nuestros graduados, solo tenemos dos opciones: Iniciar post Covid1on lo que actualmente tenemos o hacer lo que el mundo hará inevitablemente, evolucionar a un sistema 5G.
El autor dirige el proyecto educativo ArckaLab