Tanto tú como yo queremos ser felices. Vivir libres de estrés y de ansiedad para buscar nuestra propia realización y justificar nuestra presencia en el mundo. A través de mi carrera como coach y capacitador me he percatado que las personas no advierten lo felices que pueden llegar a ser o no saben cómo serlo.
Pero te tengo buenas noticias: ser más feliz es posible, está en tu poder y es una de las cosas más trascendentales que puedes hacer por ti y por las personas que te rodean. Tu felicidad depende de tu estado de ánimo, del tiempo que le dediques a tu bienestar. No es algo que simplemente sucede.
El problema no es que quieras ser feliz, es la actitud y decisiones que tomas para la búsqueda de tu felicidad. Y esto no se encuentra obteniendo las mejores calificaciones, la siguiente posición en tu trabajo o ganando más dinero. Nos sentimos más felices cuando vivimos experiencias, ayudamos a las personas y disfrutamos de los pequeños momentos que son parte de nuestra vida.
Para que puedas experimentar esto, por los próximos siete días quiero que practiques de forma constante dos o tres de las siguientes acciones y quiero que anotes cómo te vas sintiendo.
Durante la cuarentena, en mi taller online Reenciende tu chispa creativa, pregunté a los participantes qué los hacía felices. Todas las respuestas estaban relacionadas con pequeñas experiencias que estaban viviendo y compartiendo con sus familiares (momentos que antes se perdían por estar trabajando), actividades que antes no tenían tiempo de realizar en casa o acciones que siempre querían hacer, pero nunca tenían tiempo para hacerlas (actividades tan sencillas como leer, hacer ejercicios o cuidar sus plantas). Aprende a saborear esos pequeños momentos, apreciarlos y recordarlos.
Todo comienza contigo. Debes creer que puedes para que suceda. Tu estado mental es fundamental para alcanzar cualquier cosa que te propongas. Tu felicidad depende de la actitud que tomas todos los días y de tus creencias.
¿Sabías que tienes más de cincuenta mil actitudes al día? Por consiguiente, debes estar más consiente de tus emociones, de aceptarlas y dejar de reprimirlas. Permitir sentir y encarar tus emociones te dará mejores resultados.
Ahora, ¿eres una persona que se enfoca usualmente en lo negativo o en lo positivo? No puedes controlar todo lo que te sucede, pero sí puedes controlar cómo te afecta y cómo vas a responder. Si comienzas a enfocarte en lo positivo tu realidad será más optimista; un optimista se enfrenta a los problemas de forma más alentadora y con esperanza de triunfo.
Otra cosa, el optimismo, así como el pesimismo, es contagioso, así que rodéate de gente optimista. El 80% de tu éxito depende de tu actitud.
Para ser más feliz debes cambiar tus hábitos y para cambiar tus hábitos requieres de tres cosas: disciplina, paciencia y constancia. Nuestras creencias influyen en nuestras emociones, las emociones en nuestras acciones y las acciones nos dan resultados.
Mi recomendación es comenzar por el resultado (hacerlo a la inversa) ¿Qué quieres lograr y alcanzar? ¿Cuál es tu propósito de vida? Piensa en los resultados que quieres obtener, luego analiza si las creencias que posees son las correctas o si debes realizar modificaciones para alcanzar ese resultado.
El poder está dentro de ti, en tu mente, en lo que opinas de ti y tus elecciones. Cuando capacito utilizo mucho el efecto Pigmalión positivo para aumentar la confianza y autoestima de mis coachees. El efecto Pigmalión es la influencia que una persona puede ejercer sobre otra. Ahora, ¿quién tiene más influencia en ti que tú mismo? En pocas palabras, cree firmemente que puedes ser feliz, deposita tu atención y energía en ello y verás como cambias la manera en que percibes lo que te rodea. Enfócate en lo que si eres y puedes hacer y hazlo de una vez por todas.
Para ser más feliz entonces, debes cambiar tu “status quo”, lo más probable esto te cause miedo e incertidumbre. Respóndete: ¿qué es lo peor que te puede pasar si comienzas a cambiar? ¿Qué estás dejando de vivir, sentir y experimentar por permanecer igual?
Cambiar requiere de tiempo y esfuerzo, pero no es tarea imposible. Inicia con pequeños cambios, adoptando pequeñas acciones de forma constante para que se conviertan en hábitos, es a lo que yo llamo rituales (arriba te dejé una lista de 10, pero puedes crear los tuyos). Ten un ritual matutino, uno que te energice, en donde te dediques tiempo a ti. Si lo primero que haces en las mañanas es revisar tu smartphone, ahí tienes el primer cambio que debes realizar. Deja el celular a un lado y dedícate los primeros minutos del día a ti.
Todos los años en diciembre, realizo actividades que me ayudan a establecer mis objetivos, me dan claridad y enfoque. Analizo mi año, lo que logré, que quiero seguir haciendo y los aspectos en los que quiero trabajar. Una vez tengo claro que es lo que quiero lograr, lo plasmo en un mural o vision board con imágenes que pueda ver todos los días y le pongo un nombre a ese año. Si te fijas objetivos por escrito y los visualizas tendrás un mejor enfoque y serás más productivo. Debes establecerte metas que impliquen reto pero que sean realizables. Cuando te fijas metas, te motivas.
Te voy a dejar un ejercicio que te ayudará a inspirarte y encaminarte. Hoy harás tu Ikigai, concepto japonés que indica lo que da sentido a la vida, la razón por la cual vale la pena levantarse cada mañana, tu propósito de vida. Para trabajar tu Ikigai quiero que dibujes cuatro círculos unidos por el centro (como aparece abajo en la imagen) y escribas en cada círculo la respuesta a las siguientes preguntas:
¿Qué es lo que amas hacer? ¿Qué es lo que el mundo necesita de ti? Actividades por las que te pueden pagar. En qué eres bueno. Eso que amas hacer y el mundo también necesita te da tu misión. Lo que el mundo necesita y te pueden pagar por ello, es tu vocación. Por lo que te pueden pagar y eres bueno en ello, sería tu profesión. En lo que eres bueno y amas hacer, es tu pasión.
Ser más feliz es posible: Cambia y mejora tus hábitos
Siente todo lo que escribas en tu Ikigai, el objetivo principal es que identifiques aquello en lo que eres bueno, que te da placer realizarlo y que al hacerlo contribuyes al bien común. Cuando llevas a cabo acciones en la que ayudas y colaboras con los demás, elevas tu autoestima, tu vida tiene más sentido y, en consecuencia, eres más feliz.
Hace poco tuve la oportunidad de ser speaker en la Cumbre Virtual de la Felicidad: El Poder de la Pertenencia donde compartí escenario con especialistas de más de 60 países cuyo propósito principal es ayudar al bienestar de los demás, la experiencia fue increíble. Me quedó muy claro que ser feliz es una elección. La felicidad se alcanza al tener conciencia plena, trabajar en algo que te dé propósito y que disfrutes y tener lazos sociales. Para ser felices debemos mirar hacia dentro. Aprender a sentir, entender y actuar.
Al controlar tus pensamientos, controlas tus emociones, tu vida y tu destino. Tus emociones son energía en movimiento. Ser feliz es una elección. Nada ni nadie te hará feliz. La felicidad no te llega, está dentro de ti.
* Puedes seguir a Tarek Saker en su cuenta de Instagram @dynamitetraining y conocer más de su trabajo en su sitio web www.dynamite-training.com.