En estos días asistí a un foro digital y escuché acerca de las habilidades blandas o soft skills y su importancia. Me dejó reflexionando sobre el nivel de alcance que tienen y que es ignorado muchas veces en las organizaciones estatales o privadas.

En muchos lugares de trabajo se toma más en consideración a quien cuenta con habilidades técnicas más desarrolladas. Pero hay otras capacidades importantes que son parte de las habilidades blandas, una de ellas es la comunicación.

Un departamento que no se comunica está destinado al fracaso. No se  concatenarán las actividades ni se notará la gestión de nadie si no hay comunicación. Es un eslabón importante para poder rendir, producir y trabajar.

Dicho esto, ¿qué habría ocurrido de no haberse aprovechado  las habilidades blandas en tiempo de la Covid-19? Allí nos dimos cuenta de que son oportunas. Sin habilidades blandas no podremos mediar, ni empatizar con nadie, no podríamos tolerarnos ni trabajar en equipo; es más, sin habilidades blandas no fuera posible escuchar y buscar el motivo de las causas.

Aquel foro sentó aún más mis dudas y mis inquietudes porque durante mi experiencia laboral, a lo largo de 25 años, he presenciado muchas jefaturas, equipos y manejos de dirección tan distintos y confirmo que he lidiado con jefes más técnicos que otros y algunos más empáticos y simpáticos.

Una manera de promover las habilidades blandas es enfocarse en los logros que puedan producir y la forma en que se le pueda sacar provecho, por ejemplo, incrementar las ventas desde la empatía y el conocimiento de cómo es ese cliente al que deseo llegar con mi producto.

¿Cómo se logra productividad en un ambiente de trabajo si no se aplican las habilidades blandas?

Como respuesta indicamos que pudiera considerarse una destreza o una virtud, ya que la misma está relacionada con el manejo de las emociones, el trato en las relaciones laborales, la comunicación, la compasión, la confianza y hasta para manejar el trabajo bajo presión.

Aunque se recomiende que la misma se puede desarrollar con algunas capacitaciones, la opción más impactante será que nosotros mismos hagamos una introspección y reconozcamos que son la clave de la convivencia y de la resiliencia, que ha tenido que tomar la batuta en esta era de pandemia que aún vivimos. Es una habilidad blanda la que nos da la fortaleza de sobreponernos a muchas situaciones y a enfocarnos en logros en el ambiente laboral.

En resumen, lo importante es tratar de conquistarla; al final de la vida, lo que mueve es la voluntad y el deseo de hacer las cosas y considero que de ello se tratan las habilidades blandas. Si bien se necesitan las capacidades técnicas, no menos importante será quien te ayude a manifestarlas e interpretar. Seguiremos en otra vuelta,