Cambiar, en cualquier área, no solo es romper con lo conocido; muchas veces representa romper con lo que consideramos nuestra identidad, y otras, diferenciarnos de nuestra tribu y de las expectativas de otros sobre nosotros.
Voy a contarte la historia de Alicia y sobre los tres aspectos fundamentales que te sostendrán en cualquier cambio que decidas realizar.
Alicia decidió cambiar hacia una vida saludable. Una vida sedentaria y de alimentación pobre la habían llevado a sentirse constantemente muy cansada para hacer cosas nuevas o mantener un nivel de energía que le permitiera disfrutar la vida. Recostarse a ver Netflix era su plan ideal.
Tuvo que despegarse de su propia definición de “me acepto como soy”, “no hay nada que un postre no pueda mejorar”, “el ejercicio es para quienes tienen tiempo” o “la comida saludable es aburrida”. Tenemos que cuidar de nuestros dichos; poco a poco estos se convierten en nuestra identidad.
Lo que empezó como un chiste se volvió en su mantra y su diálogo limitante que la mantenía donde estaba.
Para que los cambios duren
Primer paso para iniciar un cambio: Acepta que donde estás, no importa lo que digas, no es donde quieres estar.
Para llevar a cabo ese cambio tuvo que hacer mucho trabajo interno y externo. Retarse a sí misma, enfrentar y sobrepasar su propia resistencia, así como las presiones de su entorno.
Internamente tuvo que archivar la pereza y el control remoto, aprender de nutrición, hacer un nuevo pacto con su cuerpo y crear hábitos que desafiaron su zona de confort.
Segundo paso para motivarnos en el cambio: Crea una detallada visión de ti misma en el estado que buscas y definir un “para qué lo quieres” súper poderoso para mantenerte enfocada cada vez que la resistencia se te presente.
Esta es la visión que hizo Alicia para sí: “Quiero estar saludable para viajar, tener energía para vivir aventuras, acompañar a mis hijos, emprender proyectos, recuperar la sensualidad con mi pareja”.
Lo que más la mantiene en el camino y el “para qué” que más la aferra a su decisión es “no quiero ser una carga para mis hijos con una vejez llena de doctores, dolores e incapacidades y que deban cuidar de mí”.
“Quiero disfrutar con ellos y poder ser apoyo, compartir con mis nietos y vivir un retiro donde me sienta activa”.
Lo que haces hoy determina tu futuro, y el que no hace espacio para su salud ahora, tarde o temprano tendrá que hacer espacio para la enfermedad.
Pero cuando ya había dominado todos estos caballos de la exaltación, vino entonces la resistencia de su entorno.
“¿Ya no se puede salir a comer rico contigo?”, “Te vas a comer esa ensalada, ¿por qué no pedimos la alitas de entrada como siempre?”, “¡Ahora eres la que más va al gimnasio!”, “¿Que vas a una charla de qué? ¡Pero si vamos de happy hour de sangría!”, “¡Queremos a la antigua tú de regreso!”, “O sea, ¿quién eres y tú y que has hecho con nuestra amiga?”.
Tercer paso para mantenernos en el cambio: Necesitas encontrar una tribu que sostenga tus intenciones. Que crea en tu decisión y te apoye. Una tribu con personas que pasaron por ello para que te inspiren. Una tribu con personas en tu nivel para que se entiendan mutuamente y se den la mano. También con personas a las que puedas impulsar. Motivar a otros te motiva a ti.
No quiero decir que tienes que cortar con todas tus amistades. En la mayoría de los casos, si haces uso de una comunicación asertiva, tus amigos de siempre serán tu apoyo. En vez de esquivarlos o reaccionar a sus comentarios, explícales serenamente por qué esto es importante para ti y que agradecerías su apoyo.
Te asombrarás de cómo la mayoría de tu entorno actual te apoyará. Puedes tener varias tribus y eso está bien. Y bueno, también habrá tóxicos a los que tu cambio les reflejará la necesidad de su propio cambio al que se resisten. Ellos pueden hacer difícil tu camino.
Respecto a las personas tóxicas, hay dos alternativas, y ninguna de ellas incluye sentirte víctima. Debes aceptar que son así y no te toca a ti cambiarlas. Una opción es alejarte de ellas si su influencia te arrastra, y la otra es recibir sus comentarios y acciones comprendiendo que tienen que ver no contigo, sino con ellas mismas.
Elige bien con quién te rodeas porque tu vida va a ser el resultado de la vida de las cinco personas con las que pasas más tiempo. No tienes que dejar de querer a nadie, pero pasa tu tiempo con quienes sean viento bajo tus alas.
Alicia hizo su cambio en el área de la salud, pero estos son los mismos retos que uno enfrenta cuando quiere llevar a cabo un cambio en crecimiento personal, espiritual o decidirse a emprender, abrirse a nuevos campos o actitudes.
Las resistencias van a ser las mismas: romper con esa creencia de tu identidad que no te sirve, encontrar qué quieres para ti, romper hábitos viejos que te mantienen estancada, adquirir nuevos hábitos y mentalidad y enfrentarte a un entorno al que le choque tu cambio.
Toma la decisión de cambiar, conecta profundamente con tu visión, para qué lo quieres y cómo eso impactará en tu vida, y encuentra la tribu que te inspire, comparta tus intereses y te acompañe.
Mereces una vida en la que te levantes cada mañana con ilusión y te acuestes orgullosa de lo que estás construyendo para ti. Reinvéntate y cambia constantemente en las áreas que necesites para mantenerte viviendo así. Solo tú eres responsable de tu vida y de los cambios que debes hacer. No te conformes con menos solo porque cambiar se sienta difícil. ¡Atrévete!