Con estos siete puntos que voy a compartirte en mente podrás diseñar tu vida de modo que no seas arrastrada por las situaciones a la deriva, sino que seas la propia arquitecta de tus días, y te levantes con el ánimo y las ganas de sacarle el jugo a la vida.
1. ¿Qué proyecto quieres emprender?
Tener un proyecto en mano le dará bríos y dirección a tu vida. La felicidad está estrechamente relacionada con tener una razón por la que levantarte cada mañana. Con todo y eso, hay que reconocer que, a veces, la idea de descubrir tu propósito de vida te paraliza más que movilizarte. Y es que ahora está a la última que alinees tu ser y tus acciones con tu propósito, y si no lo tienes claro y no estás viviendo tu pasión, eso quiere decir, más o menos, que tu vida no tiene sentido. ¡Qué presión!
Hay personas que lo tienen claro desde que crecen, pero por lo general encontrarás tu pasión a medida que vayas haciendo más de las cosas que realmente te gustan.
Yo prefiero hablar de proyectos y caminos que puedes ir adaptando para que sean diariamente una fuente de ilusión. Busca metas que sean alcanzables en un período de tiempo visible y cuyos resultados puedas medir y celebrar para mantenerte motivada.
Si quieres encontrar un proyecto que ames y que te saque de la cama en las mañanas, es bueno que comiences a hacerte preguntas como: ¿De qué podría hablar todos los días? ¿Qué me encantaría haber logrado antes de que acabe el año? ¿Qué respondería si me preguntan qué es lo que más me gusta? ¿Qué tengo pendiente que me aliviaría un montón si me lo sacara de encima?
Para mantenerte fiel, no olvides contestarte con convicción por qué es importante para ti, porque esa respuesta va a ser tu mejor despertador matutino. Y ojo, estos proyectos pueden ser muy altruistas o globales, como también son válidos perder unas libras, redecorar tu casa, aprender cocina nueva, mejorar en un deporte o desarrollar un negocio.
2. ¡Crea un plan para ello!
Antoine de Saint Exupery bien lo dijo: “una meta sin un plan es solo un deseo”. Ya has encontrado tu proyecto, ya tienes el qué, ahora viene el cómo. No vayas a creer que esta etapa es menos importante, a fin de cuentas, es el cómo lo que hará que te mantengas haciéndolo.
Si no encuentras la manera de disfrutar lo que haces en el camino a tu meta y tu día a día va a volverse un calvario, terminarás abandonando el proyecto.
El reto es lo saludable, y cierto grado de fastidio de vez en cuando es casi ineludible, pero asegúrate de que tu plan de acción sea estimulante para que te mantengas fiel a él y motivada. El plan va a ser tu hoja de ruta; no solo hay que saber para dónde vas, sino cómo vas a llegar.
3. Lo que no está en tu agenda, ¡no existe!
Ya tienes las etapas de tu plan definidas y es hora de establecer el cuándo. Aquello que dejas para cuando tengas tiempo suele quedar relegado y pospuesto eternamente. Vamos, lo de siempre, lo urgente, se come lo importante. Por lo que ahora sí, saca tu calendario y empieza a llenarlo con día y hora las pequeñas cosas por hacer de las etapas de tu plan.
Reinvéntate en siete pasos
4. Crea un espacio exclusivamente para ti.
¡Esto es muy importante! Si quieres crear una vida que ames todos los días es imprescindible incluir una rutina constante de compromiso y atención contigo misma. En tu agenda está tu proyecto, tu casa, tu negocio, tu pareja, tus hijos y hasta el perro, pero si no apareces en ella repetidamente, eventualmente vas a agobiarte.
¿A qué me refiero con esto? Pues desde tus clases de zumba hasta almuerzos con las amigas. De meditación a una siesta. Desde un largo baño caliente hasta un masaje profesional. Desde clase de cerámica a una manicura semanal. ¡Tú sabes qué te sirve mejor para consentirte! Y recuerda, lo que dejas para cuando tengas tiempo siempre queda de último. Si quieres amar tu vida, ¡no puedes estar de última! Estas actividades debes asignarlas en tu calendario igual que cualquier otra tarea.
5. Aprende a decir ‘no’.
Ya tienes claro que el control de tu vida está en ti. Es momento de que seas consecuente con ello. Para poder cumplir con este diseño de vida que te entusiasma, llegó el momento de poner límites. Muchas veces es lo que más cuesta: aprender a decir que no a los demás, para decirle sí a nuestra propia vida. Correr todo el día y estar ocupado no es lo mismo que avanzar. El tiempo es un recurso limitado; si tu día se va en atender compromisos que no aportan ni a tu proyecto ni a las cosas que realmente te importan, simplemente estás regalando tu vida. Un recurso ciertamente limitado.
6. Elige tu tribu y pide ayuda.
A todas nos da una gran satisfacción ser autosuficientes, pero cuidado si en el camino perdemos tiempo y valiosa energía que disminuyen nuestra capacidad para disfrutar la vida. Sin poner en duda tus capacidades, hay cosas que se te dan y otras con las que luchas hasta desgranarte. Simplemente, en ocasiones estás desbordada, y cuando estás así, la angustia está peleando con tu felicidad en una lucha en la que pierdes tú.
Te asombrarás de cuántas personas estarían gustosas de darte una mano, un consejo o una explicación, con solo pedirlo. Coordina para hacer turnos de carpool, tardes de juegos, buscar a alguien para una limpieza profunda o para la contabilidad, que te expliquen un programa nuevo, que te recomienden el mejor producto dentro de una gran oferta. Tantas cosas se pueden resolver o avanzar con solo pedir ayuda.
Recuerda el proverbio africano: “Sola llegarás más rápido, pero acompañada llegarás más lejos”.
7. Celebra los pequeños logros.
El camino a la meta es largo, y para mantenerte con el combustible que te lleve a ella, es importante que también celebres los logros del camino. Para que no sientas que solo trabajas y trabajas en tu proyecto, pequeñas paradas van a darte el gusto que puede hacer la diferencia entre cansarte y abandonar, o no.
Celebra cuando llevaste a cabo una tarea que estabas posponiendo, alcanzaste una etapa del plan, conseguiste un tremendo resultado en lo que estabas haciendo, te mantuviste enfocada y productiva, y esas pequeñas cosas que son parte de lo que debes hacer, pero que si abrazas su cumplimiento, van a darle un rayo de luz a tu vida y te van a mantener entusiasmada.
Tú puedes. Reinvéntate y crea una vida que ames todos los días. ¡Tu momento es ahora!