Antes los niños pequeños pasaban más tiempo en los patios o en las veredas del barrio. Saltaban la soga, corrían detrás de un rin de bicicleta, sudaban, y los adultos les insistían para que volvieran a casa.

Hoy es al revés. Los niños pasan frente a las pantallas y los padres les piden que salgan y hagan algo más.

Para tiempos como estos, la Organización Mundial de la Salud, OMS por primera vez, hace recomendaciones sobre el sueño, el sedentarismo y la actividad física desde que los niños nacen. No se puede esperar a que los niños entren a la escuela para fomentar estilos de vida saludables.

Ana Cristina García de Paredes es psicóloga clínica de niños y adolescentes, y también comparte información sobre crianza en su proyecto Mente en Cambio. “Mantenerse activos es bueno tanto para la salud física como mental. Gatear, correr, trepar, saltar, nadar en la piscina, sacar a pasear al perro, favorece el desarrollo de la motricidad y cognición de los niños, así como agarrar, amarrar, recortar, achurrar, apañar, también desarrollan la motricidad fina”, explica.

Lo que propone la OMS no es necesariamente que los niños hagan deportes, sino actividades que anteriores generaciones hicieron. García de Paredes recalca la importancia de “salir al aire libre, de los juegos clásicos como el escondite, rayuela, las atrapadas, o los juegos en el parque con el columpio, el tobogán, con una pelota, una bicicleta”, etc.

El ejercicio ayuda a sentirse bien, a tener energía y a fortalecer los músculos, dice la especialista.

“Lo que realmente debemos promover es que los niños vuelvan a jugar”, dice la Dra. Juana Willumsen, coordinadora de la OMS para la obesidad infantil y la actividad física, en un comunicado de prensa del organismo. “Se trata de potenciar el tiempo de juego en detrimento del tiempo dedicado a actividades sedentarias, protegiendo al mismo tiempo el sueño”.

Si se establecen a una edad temprana buenos hábitos, esto ayudará a moldear las costumbres en la adolescencia y la adultez.

¿Cereal en la mamadera?

El pediatra Iván Wilson organizó con otros colegas lo que hoy es la Clínica de la Obesidad Infantil de la Caja del Seguro Social, un proyecto que empezó hace una década. El doctor Wilson había trabajado anteriormente en Arraiján, donde veía casos de desnutrición. Al empezar su práctica en la ciudad empezó a notar en consulta casos de malnutrición, pero esta vez con sobrepeso y obesidad como consecuencia.

“En pediatría, el primer diagnóstico es nutricional”, explica. “Independientemente de por qué venga al paciente, hay que medirlo y pesarlo”. Si el niño o niña venía por un resfrío y se notaba que tenía problemas de peso, se le refería a la clínica de obesidad.

La herencia genética y el medio ambiente son factores clave, pero con estilos de vida saludables el factor genético puede controlarse.

En lactantes con problemas de peso, el doctor Wilson revisa si el bebé toma fórmula, en qué cantidad, y si le añaden cereal a la mamadera, una práctica que puede ser contraindicada.

“La lactancia materna, aunque suene a cliché, es lo mejor para prevenir la obesidad”, asegura el pediatra.

DE 0 A 12 MESES

Actividad física

Los menores de un año deben estar activos varias veces al día. Hay que ponerlos a jugar en el suelo. Aquellos que todavía no se mueven, colóquelos al menos 30 minutos en posición prona (boca abajo) durante el día, mientras están despiertos.

Sedentarismo

No los deje sujetos más de una hora seguida en coches, sillitas o a la espalda de un cuidador. No los exponga a pantallas. En cambio, léales, cánteles, juegue con ellos.

Sueño

Deben tener de 14 a 17 horas (0 a 3 meses de edad) o de 12 a 16 horas (4 a 11 meses de edad) de sueño, incluidas las siestas.

DE 1 0 A 2 AÑOS

Actividad 

Los niños de 1 a 2 años deben tener al menos 180 minutos de actividad física, incluida aquella de intensidad moderada a elevada, distribuidos a lo largo del día. Más es mejor.

Sedentarismo

No deben permanecer sujetos durante más de una hora seguida ( en carritos, sillitas o sujetos a la espalda de un cuidador) ni sentados durante mucho tiempo. A partir de los 2 años el tiempo frente a una pantalla no debe exceder de una hora; menos es mejor. Léales y cuénteles historias.

Sueño

Deben tener de 11 a 14 horas de sueño, incluidas las siestas. Con horas fijas para dormir y despertar.

DE 3 0 A 4 AÑOS

Actividad física

Los niños de 3 a 4 años deben pasar al menos 180 minutos haciendo diversos tipos de actividad física, incluidos al menos 60 minutos de actividad física de intensidad moderada a elevada a lo largo del día. Cuanto más, mejor.

Sedentarismo

No deben permanecer sentados durante periodos largos. El tiempo frente a una pantalla no debe exceder de una hora. Menos es mejor.

Sueño

De 10 a 13 horas de sueño, que pueden incluir una siesta en horario fijo. Téngale también horarios fijos para dormir y despertar.