Es común considerar el nacimiento de un hijo como el inicio de la maternidad. Sin embargo, el proceso de convertirse en mamá comienza mucho antes del parto. Desde el momento que decimos “¡Estoy embarazada! ¡Voy a ser mamá!” comenzamos a tomar los primeros pasos en el camino de la maternidad.
Es un trayecto lleno de cambios, tanto para quienes se convertirán en madres por primera vez como para las que ya lo son.
El embarazo supone un tiempo para la adquisición de cualidades propias del rol de madre, que nos permiten acercarnnos al futuro bebé. Sentir sus movimientos, conocer su sexo o ponerle nombre son algunos de los momentos clave en la formación del llamado apego prenatal.
En definitiva, el embarazo, más que un momento de espera, supone un tiempo para el aprendizaje de nuevas habilidades. Desde el punto de vista biológico, las mujeres embarazadas experimentan cambios en sus cuerpos que pueden aumentar el riesgo de algunas infecciones. En general, tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades graves en el contexto de infecciones respiratorias virales, como, por ejemplo, la influenza.
Por este motivo es muy importante que las mujeres embarazadas se protejan de estas enfermedades, en especial considerando la pandemia actual del nuevo coronavirus.
El nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que causa la enfermedad Covid-19 se ha extendido a más de 200 países y territorios, afectando a miles de personas en todo el mundo. Estudios epidemiológicos internacionales demuestran que la infección por SARS-CoV-2 puede causar afecciones clínicas que van desde la eliminación viral asintomática, una enfermedad leve similar al resfriado común, a una enfermedad grave similar a la influenza, hasta una neumonía viral muy grave que requerirá asistencia respiratoria mecánica e ingreso a unidad de cuidados intensivos para su manejo.
El Covid-19 y las mujeres embarazadas
Aunque las muertes por Covid-19 se producen predominantemente en pacientes de edad avanzada y con alguna enfermedad de base, también se ha informado de mortalidad en adultos jóvenes y de mediana edad sanos.
Debido a la mayor probabilidad que presentan las embarazadas de sufrir complicaciones por enfermedades respiratorias virales, al principio de la pandemia existía mucha preocupación en los círculos médicos sobre cómo sería la evolución del Covid-19 en embarazadas. Sin embargo, según la información científica disponible actualmente, la infección por Covid-19 no parece tener un impacto negativo en las mujeres embarazadas como la infección por los coronavirus que causan SARS y MERS (causaron muchas muertes entre mujeres embarazadas) o la infección por influenza (que aumenta la morbilidad y mortalidad en mujeres embarazadas, sobre todo en el tercer trimestre de gestación).
Si bien todos estamos en riesgo, según la evidencia actual las posibilidades de desarrollar complicaciones durante el embarazo como el resultado de padecer Covid-19 son bajas.
Por otro lado, la organización Society for Maternal Fetal Medicine (SMFM) informó, según la evidencia disponible, que no hay un mayor riesgo de pérdida fetal o anomalías congénitas asociadas con la infección por SARS-CoV-2 en las primeras etapas del embarazo.
A pesar de esto, existe una incertidumbre considerable con respecto al potencial de transmisión vertical (prenatal/congénito o perinatal) de SARS-CoV-2 de mujeres embarazadas infectadas a sus recién nacidos. Los resultados de un pequeño estudio observacional en China no mostraron evidencia de que el SARS-CoV2 se transmita de madre a hijo durante el embarazo; en un total de 11 mujeres, no detectaron el virus en sangre materna, suero, moco vaginal, líquido amniótico y leche materna cuando el virus era detectable en muestras nasofaríngeas de la madre. Un estudio detectó virus en las heces maternas.
Otros datos alentadores son los resultados de un estudio publicado en la revista Jama, que informó ausencia de resultados severos entre nueve bebés de entre 1 y 11 meses de vida que fueron hospitalizados con el coronavirus en China. Las familias de los nueve bebés tenían al menos un familiar infectado, y las nueve infecciones infantiles ocurrieron después de la infección de sus familiares. Según el estudio, ninguno de los bebés requirió cuidados intensivos o ventilación mecánica, ni tuvo complicaciones graves por la infección. No obstante, debemos continuar prestando especial atención a los recién nacidos de madres con este virus para ayudar a prevenir infecciones en los bebés.
Ningún estudio hasta la fecha ha demostrado la presencia de SARS-CoV-2 en la leche materna. Considerando estos resultados, no se desaconseja la lactancia en casos de madres con Covid-19, aunque se recomienda la extracción (después de una higiene adecuada de las manos y los senos) y quienes alimenten a los bebés deben ser personas no infectadas con el virus.
Además de los numerosos beneficios que ofrece la lactancia, la leche materna puede proporcionar factores protectores al lactante después de Covid-19 materno, es decir, que puede ofrecer beneficios adicionales a los recién nacidos.
A pesar del riesgo relativamente bajo en mujeres embarazadas de tener una evolución desfavorable al padecer el virus, recomiendo cumplir con las siguientes medidas para evitar infecciones respiratorias:
También recomiendo fuertemente que las mujeres embarazadas no dejen de vacunarse contra la influenza y la tos ferina, dos enfermedades respiratorias para las cuales existen vacunas y están indicadas en el embarazo para proteger a la mamá y al bebé por nacer.
El camino de la maternidad inicia desde mucho antes de dar a luz, y este incluye aprender a protegernos a nosotras mismas, para así proteger también a nuestros adorados bebés.