Para ser parte del estudio Prevalencia y determinantes de Chlamydia trachomatis genital entre adolescentes, dirigido por el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios para la Salud, ICGS, los alumnos llevaron a casa una nota para sus padres, esta era una invitación a una reunión donde se les explicaría el objetivo de la investigación. Los padres debían dar su aprobación, pero también los alumnos. Si el estudiante era mayor de edad, bastaba con su consentimiento.
Solo ocho padres, todos de áreas urbanas, se negaron. En la comarca Ngäbe Buglé todos los acudientes aceptaron. En esta investigación que empezó en el año 2014, y se extendió por cinco años, participaron 3166 estudiantes entre las edades de 14 y 19 años. Para la doctora Amanda Gabster, una de las investigadora principales del estudio, este fue un indicio del interés de los padres por la salud de sus hijos. Y a lo largo de la investigación también irían encontrando el apoyo de maestros y orientadores, cuenta el doctor Juan Miguel Pascale, director del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios para la Salud y quien también formó parte de la Investigación. Por ejemplo, el Ministerio de Educación recomendó incluir a Panamá Oeste.
Por qué un estudio de clamidia
La clamidia es la enfermedad de transmisión sexual más frecuentemente reportada en los países industrializados. Su causante es la bacteria Chlamydia trachomatis. Puede no producir ningún síntoma, y por eso algunas personas no se dan cuenta de qué la tienen o si lo hacen, no ven necesario medicarse. Pero a largo plazo puede derivar en problemas de infertilidad, embarazo ectópico y enfermedad inflamatoria pélvica, en el caso de las mujeres. Pero en el caso de los hombres también puede traer complicaciones de salud, y mientras no se trate la trasmitirá a su pareja.
Para determinar la presencia de esta bacteria en los jóvenes se hizo una muestra de orina. Además, los jóvenes respondieron a un cuestionario para conocer de su actividad sexual y determinar si mantenían conductas de riesgo, como el inicio de una vida sexual temprana, el tener múltiples parejas y el no usar preservativo.
Las mujeres son más propensas a enfermarse que los hombres, debido a su anatomía. Sobre todo las mujeres jóvenes. Esto lo confirmaría la investigación.
El interés en hacer este estudio nace de investigaciones anteriores hechas por el Icgs. Ya habían encontrado prevalencia de esta bacteria en la población e identificado un inicio de vida sexual temprano. También, responde al llamado de la Organización Mundial de la Salud a tener estudios estratificados por edad y sexo para poder hacer intervenciones de salud con más impacto.
Con un grupo de estudio de 3166 estudiantes entre las edades de 14 y 19 años de edad, este estudio se convirtió en el más grande de su tipo en Centroamérica Se hizo en los colegios, de las áreas de Panamá Centro, San Miguelito, Panamá Oeste, Colón y la comarca Ngäbe Buglé, porque es allí donde más fácil se puede encontrar población joven.
La prueba se hizo en 1924 adolescentes, casi dos tercios de la muestra. Los resultados arrojaron una prevalencia de presencia de clamidia en 15.8% de los jóvenes. Fue mayor en las mujeres 21%, que en los hombres 9.1%. No hubo gran diferencia entre jóvenes de las urbes y de la comarca.
Investigación en la Comarca Ngäbe Buglé
Un estudio sobre clamidia revela más de la sexualidad de los jóvenes en Panamá
Durante doce meses, la investigadora Amanda Gabster estuvo en la Comarca Ngäbe Buglé. Los investigadores conversaron con alrededor de 10 comunidades. Ella y voluntarios del Icgs experimentaron las condiciones que son diarias en la comarca, como el andar largas distancias. En una ocasión Gabster tuvo que caminar ocho horas para llevar una muestra para una prueba de VIH.
En la población de esta comarca hay el doble de prevalencia del VIH que en el resto del país. Esta razón, entre otras, llevó a los investigadores a escoger esta región y hacer otros estudios que permitan acercarse a entender por qué esto ocurre.
El estudio sobre la clamidia encontró que si bien tanto en la urbe como en la comarca la edad promedio del inicio de la vida sexual es la misma, 15 años, la diferencia radica en que más personas en la comarca empiezas más temprano: 77% frente a 58% en la ciudad. Pero en la ciudad los jóvenes reportan haber estado con más parejas.
Qué no dice este estudio de la sexualidad de los jóvenes
Este y otros estudios confirman que los jóvenes están teniendo actividad sexual a edad temprana y que cuando lo hacen no siempre cuentan con la información necesaria para cuidarse y protegerse. Por su edad, aumenta la posibilidad de que tengan conductas de riesgo.
Entre más temprano los jóvenes inician su actividad sexual más parejas van a tener lo que aumenta el riesgo de enfermedades de transmisión sexual.
Una de las medidas para prevenir la clamidia es utilizar preservativo, pero en las comarcas solo se puede conseguir en los centros de salud, que no suelen estar cerca. Por otro lado, está muy extendida la creencia de que es el hombre quien debe ser responsable del uso del preservativo. También los jóvenes ven el preservativo necesario solo si hay riesgo de un embarazo, pero olvidan las enfermedades de transmisión sexual, incluido el VIH.
Los investigadores supieron de casos de jóvenes de 14 años que tienen VIH, por esa razón algunos jóvenes rechazaron participar en el estudio, supieron después los doctores, temían que sus compañeros de clases conocieran su condición.
El estudio era anónimo y los jóvenes contestaron un cuestionario a través de una tablet o tableta, incluso en las comunidades indígenas, para que pudieran dar sus respuestas con mayor discreción.
La doctora Gabster que ha leído las guías de educación sexual que se han propuesto para las escuelas nota que con frecuencia estos manuales apelan a que los jóvenes tienen una estrecha comunicación con sus padres sobre este tema, y que van a pedir consejo a sus padres.
Ella considera que en la realidad esto no es así, y que la educación sexual debe ser vista como un tema que involucra a todos, no solo a la escuela y a los padres. “La educación integral es una herramienta de varios que se debe utilizar para controlar infecciones de transmisión sexual”, añade.
En un conversatorio de Unfpa sobre el embarazo en adolescentes, en que participó Gabster, recomendaba que se enseñara a los jóvenes salud y en ese tema se incluyera el autocuidado.
El doctor Juan Miguel Pascale, recordó que una vez estaba dictando una charla a un grupo de padres y mencionó la clamidia, uno de los padres levantó la mano para preguntar: ¿qué es la clamidia? Y el agradeció allí mismo esa pregunta, pues le hizo recordar que los temas considerados de conocimiento general por los científicos, no lo son. Y eso es uno de los retos al hablar de salud y educación sexual, no solo hay que educar a los jóvenes.