Ya ves, junio está que se escapa por la esquina y eso quiere decir que se fue medio año. Sí, la mitad de 2018 ya es pasado.
Es un buen momento para recordar que el tiempo es un recurso no renovable. El tiempo que se pasó, pasó. Por eso este es un mes genial para ver qué tan alienadas están tus acciones con el tema y las metas que querías para este año.
Enero es el mes en que empezamos con muchos bríos, con el año en blanco y oliendo a nuevo. Te dices que este año sí porque sí van a pasar un montón de cosas que te llevarán al nuevo nivel. Pero, claro, llega la cotidianidad, la apagadera de fuegos, y lo urgente se va comiendo lo importante y ese norte que nos trazamos tan claro a veces está en el mismo lugar en el horizonte, ni un poco más cerca, y otras… ¡ha desaparecido!
Bienvenido medio año
Por eso me encanta junio, te permite hacer una evaluación, tomar medidas correctivas y, si estuviste bien encaminada, pues ponerte nuevas metas excitantes. Es el ombligo del año, la puerta del solsticio de verano, las páginas restantes de 12 meses que esperan por ser escritas.
Varias veces he escrito aquí sobre mi tendencia a medir el año por un tema más que por objetivos definidos, porque el tema te permite tener un paraguas para tus acciones y una unidad en la metas dándote enfoque, pero también permitiendo espacio para la adaptación y abrirte a oportunidades que surgen en el camino tomando a conciencia las que están alineadas con tu intención para este año. Estamos en junio, así que ahora sí hay que meterle turbo y acción concreta al año.
En mi caso, mi tema este año era “renacimiento”, así como en los dos anteriores fue certeza y conexión. A nivel personal he tomado pasos claros y determinantes con mi tema y, la maravilla de hacer un alto a medio año y mirar con ojos de pájaro en vuelo, es que puedo ver en qué otras áreas de mi vida tengo que tomar acción congruente, y he visto con claridad lo que tengo que hacer en estos próximos seis meses para sentirme que este año ha sido productivo y decisivo interna y externamente para mí, es por eso que te estoy invitando a que hagas lo mismo y les saques mucho provecho a la mitad que aún queda de este 2018.
¡Se fue medio año! Hora de evaluarlo
¿Aún no tienes tema? Todavía estás a tiempo de definirlo
El primer paso sería retomar tu tema del año, si aún no lo tienes estás a tiempo de que lo elijas, piensa si estuvieras a la puerta de 2019 sobre qué querrías decir que fue el 2018.
¿Qué anhelo interno hay dentro de ti sobre lo que quieres expandir en tu vida en estos meses que quedan?
¡Aún tienes medio año para hacerlo transformador! Como es el momento de hacer evaluación hay que mirar atrás y ver qué has hecho de enero a junio con esas metas que trazaste con tanto entusiasmo al inicio del año.
¿Qué has hecho personal y profesionalmente alineado con las expectativas que tenías para este año? ¿Qué has hecho hasta ahora que ha contribuido a tu crecimiento y que ha sido significativo para hacer de este un año importante en tu vida?
Es momento de hacer inventario, ser honesto cuando vemos que hemos dado vueltas en círculo, pero no avanzado realmente, y también momento de celebrarnos lo logrado saliendo de la zona de comodidad y rutina que nos ha llevado a un nuevo lugar.
Junio es el mes perfecto para detener las máquinas, afinar la ruta y lanzarnos con todo para tener un año de grandes resultados. Para eso te invito a que tomes papel y lápiz y respondas estas preguntas, mejor con tu tema como bandera para darle congruencia a tus respuestas.
Con esto tendrás una herramienta estupenda y tu ruta de navegación clara para enfocarte y sacarle el mejor provecho a lo queda del año.
Junio es perfecto para retomar nuestras metas y desempolvar las que se están quedando dormidas, con el tiempo suficiente de tomar acciones. Es el mes para pasar lista a nuestras tropas y alinear nuestros esfuerzos y recursos. Estás a tiempo de hacer grandes cosas, no olvides que los meses pasan volando y enfócate.
Haz tu plan de los próximos seis meses, qué quieres que ocurra, qué acciones debes tomar para ello y en qué fechas debe darse cada paso; recuerda que ¡lo que no está en tu agenda no existe!
Celebra que es junio y el año no está medio vacío, está medio lleno y esperándote para que tomes acción y hagas de 2018 un año definitivo para ti.
Preguntas para hacerse en junio
1. ¿Qué tendría que pasar en lo que queda de este año para ser memorable, acorde con el tema que quieres que defina tu año?
2. ¿Qué requiere que hagas a nivel de tu salud, crecimiento personal, tus relaciones y tus finanzas?
3. ¿Qué requiere que hagas en tu carrera o negocio?
4. ¿Qué requiere que pienses sobre ti para que todo esto ocurra? ¿Que eres capaz de ser valiente, organizada, decidida, enfocada y recursiva?
5. ¿Cómo te servirá más que te definas a ti misma?
6. ¿Qué hábitos y conductas debes incluir para alcanzar estos objetivos? ¿Comer mejor, meditar, hacer ejercicio, organizar tus objetivos semanales?
7. ¿A qué debes renunciar? ¿Conversaciones inútiles (tú sabes, bochinche)? ¿Horas de televisión? ¿Personas negativas? ¿Proyectos y ofertas que no te enfocan en tus logros?