Sin ánimo de ser la más purista de todos los puristas del lenguaje, debo reconocer que hay ciertas libertades que hoy en día se toman con el español que no me acaban de caer del todo bien, por no decir que me torturan cuando las veo. Es posible que para muchos de ustedes los signos que aparecen en el título no signifiquen nada. Es muy posible que lleven años sin usarlos, o quizás toda una vida y, quienes trabajan de agencias de publicidad, seguro varias vidas por aquello de que se amparan en lo que desde hace decenas de años se bautizó como ‘licencia creativa’.

Muchas de estas ‘licencias creativas’ se amparan en viejas leyendas urbanas como “las mayúsculas no llevan tilde” y otras afirmaciones por el estilo. Es fácil repetir falsedades, sobre todo cuando uno no sabe colocar estos acentos, pero bueno, así está la cosa.

Aparentemente, hace unos años alguien tuvo una pelea a muerte con los signos que abren tanto las preguntas como las exclamaciones. Y la pelea de verdad que debe haber sido terrible, casi como una tercera guerra mundial pues lograr que la gente los use es tanto o más difícil que hacer a un vegetariano comerse un steak. Quizás la nueva costumbre llegó con quienes se fueron a estudiar en países de habla inglesa. En este idioma solo se usa el signo de cierre, pero… ajá… y entonces. Cada idioma tiene sus propias reglas y yo supongo que, en general, son de obligatorio cumplimiento.

Así pues, si usted quiere escribir un título en español debe usar mayúscula solo en la primera palabra del mismo, mientras que si lo escribe en inglés todas las palabras principales se escriben con la letra grande. En lo que respecta a las comillas también las reglas son diferentes para el inglés que para el español. En nuestra lengua estas van antes del punto final, mientras que en inglés van después. Ya lo sé, es un lío, pero nadie nos ha dado autorización para cambiar las cosas según se nos antoje.

A esto se le suma que a las academias de lenguas ocasionalmente se les ocurre modernizar las reglas y ocurre que lo que antes llevaba mayúscula ahora no lo lleva y a montones de palabras se le han eliminado las tildes (todo esto en español) y es difícil mantenerse al día con la evolución, pero el que sea difícil no es excusa y menos con lo cerca que tenemos toda la información gracias a la Internet.

Yo no digo que uno tiene que ser un diccionario ambulante ni que es obligación conocer absolutamente cada regla, pero ante la duda se puede consultar. Yo veo que los médicos se mantienen al día con los avances de la medicina y los ingenieros hacen lo mismo ¿Cuán difícil será para quienes hablamos y escribimos en una lengua hacerlo medianamente bien? Honestamente yo creo que los ¿¿¿ y ¡¡¡ deben andar penando porque nadie los quiere y ellos también tienen su corazoncito.

Así es que la próxima vez que sienta la tentación de “comerse” uno, piénselo dos veces. No es un trabajo enorme incluirlo y quien escribe lucirá mucho más profesional si sus ¿? ¡! Aparecen en matrimonio como debe ser. Digo yo.