Dichosos los que hemos tenido abuelos amorosos, responsables y sabios que nos mimaron, cuidaron y, no obstante, siempre nos supieron disciplinar y guiar.

Al ser abuelos reconocemos sus esfuerzos y enseñanzas, a sabiendas de que vivimos tiempos diferentes.

La vida de las personas de edad avanzada ha cambiado debido a la mayor esperanza de vida y a los avances en la salud, así como en los estilos de vida. Con ello se han modificado sus perspectivas financieras para su jubilación.

A pesar de ello, mantienen una posición fundamental en la familia. Son un apoyo esencial en el cuidado de sus nietos, ofrecen consejos y sustento moral y brindan ayuda económica.

Recientemente, en la cafetería de un supermercado escuché, pues hablaban en voz alta, a dos abuelos comentar sobre sus finanzas y quejarse de que no les alcanzaba la jubilación y que sentían que eso no era tomado en cuenta en su casa, pese a lo mucho que aportaban.

Aunque la forma de las ayudas varía, la más frecuente es a través de dinero en efectivo. También está el que el abuelo pida un préstamo para favorecer a un familiar o que sea aval de transacciones financieras, aunque a veces los abuelos no las entienden bien.

Me dolió escucharles, pues seguro fueron personas que siempre pusieron a sus familias por delante.

Los abuelos aportan a las familias roles positivos y comparten valores. Pero además del aporte social, está el financiero, difícil de medir y muchas veces poco valorado. Las pensiones de los mayores se convirtieron en flotadores que han permitido mitigar las situaciones de muchas familias.

Ahora, para quienes no tienen pensiones, el programa 100 a los 65 en muchos casos le es arrebatado a los pobres abuelitos. Muchas personas mayores tienen que dar de comer a sus hijos o nietos a diario, aun a costa de estar desnutridos y enfermos.

Los abuelos no son los responsables de la crianza de los nietos ni de financiar el busito escolar o la mensualidad del colegio. No son prisioneros de los hijos ni rehenes de los nietos. Conozco señoras y señores mayores que se privan de disfrutar encuentros con sus amigos por cuidar nietos, mientras los padres salen a bailar o de vacaciones. Abuelos del mundo, no permitan que sus hijos se adueñen de sus vidas, de su dinero o del tiempo que tienen para vivir.

Los abuelos tenemos que entender que los nietos son responsabilidad de los hijos. Podemos ayudar en casos de urgencia, pero no debe ser costumbre. Los abuelos debemos cuidar nuestro bolsillo, salud y las relaciones sociales para envejecer activamente.

Alex Haley, el gran novelista, escribe: “los abuelos deberían ser eternos, y de una u otra manera lo son. Abraza. Sonríe. Escucha. Acompaña. Consuela. Y si no puedes hacerlo con los tuyos, recuérdalos, cada día… Nadie puede hacer por los niños lo que hacen los abuelos: salpican