En estos últimos tres años hemos visto como eventos externos nos mueven el piso, financieramente hablando. Aprender a vivir siguiendo un presupuesto es clave para aterrizar las decisiones de gasto y endeudamiento.

Ya hemos visto un primer efecto del conflicto bélico que se vive en Europa: un alza significativa en el costo del combustible. En nuestro país el movilizarnos utilizando vehículos motorizados es algo que forma parte de nuestra cultura por muchas razones y al encarecerse  el costo del combustible, el trasladarnos se ha convertido en un gasto significativo.

Pero ¿estamos considerando esto a la hora de gastar el dinero que tanto cuesta ganar? La mejor manera de atravesar esta tormenta y no morir financieramente en el intento es mediante planificación y control. Mantener el mismo comportamiento de gasto, y más los fines de semana, puede resultar en escasez de dinero para las siguientes quincenas, llevando a recurrir a deuda instantánea para atender cuentas y compromisos básicos.

No es posible saber qué tanto se extenderá este aumento, sin embargo es necesario poner la casa en orden hoy. En tu presupuesto mensual verifica cómo te impacto del alza del combustible. Verifica con cuánto cuentas para consumo y entretenimiento. Mucho cuidado con pensar que a través del crédito puedas continuar con tu estilo de vida habitual, estos sucesos son muy dinámicos y las cosas pueden tornarse mas retadoras de un momento a otro.

Es un excelente momento para reforzar el fondo de emergencia y buscar fuentes adicionales de ingreso. Optimizar los gastos es muy importante. Fuentes oficiales indican que el 36% de la energía se genera a través de energías térmicas, esto implica el uso del combustible para generar energía eléctrica. Siendo así,  la tarifa de “la luz” como decimos en panameño puede sufrir un aumento.

A cada dólar debemos sacarle provecho. Es recomendable el ahorro energético en nuestras viviendas o locales a través de buenas practicas como:Mantener los dispositivos conectados a una regleta, de forma que podamos apagarla al dejar de utilizarlos.

Limitar el uso de aire acondicionado a temperaturas alrededor de los 23 grados.

Cargar los dispositivos móviles el tiempo necesario y no dejarlos conectados, si bien hay  teléfonos que cuentan con programaciones para detener el consumo, no está de mas ser precavidos.

Dependiendo de como se den las cosas, la cadena de suministros de alimentos puede ser afectada e impactar las finanzas personales de todos,  hay que prepararse para lo que mañana puede traer, que no nos ocurra lo del 2020 nuevamente, aprendamos de nuestros errores. ¡Un abrazo fuerte!

El autor es co-fundador de Bolsillo y Sencillo.