Hablar de dinero con tu media naranja usualmente es como un tabú. Los años avanzan hasta que llega un suceso o circunstancia que los obliga a conversar sobre este tema, ya sea sobre dar el “sí”, comprar su primer nido o muchas otros hitos importantes en la vida en pareja.
Es imperativo conversar sobre finanzas personales con nuestra media naranja, que es el copiloto en nuestras vidas. Porque en tiempo de vacas gordas, la convivencia y armonía familiar se lleva maravillosamente, sin embargo, en las vacas flacas entran muchos elementos de nuestra personalidad que si no sabemos trabajar en equipo, todo se volverá mucho más retador de lo que debería ser.
Te queremos brindar algunas recomendaciones para tener en cuenta a la hora de manejar tus finanzas en tiempos de vacas flacas.
Cita financiera
A veces este tema puede ser visto como el elefante azul enorme en la sala que todos lo ven y saben que está ahí, pero nadie habla de ello. Lo principal aquí es afrontar el tema de una vez por todas, no tiene que ser una gran sesión larga difícil y reveladora, puede llevarse por partes y poco a poco ir cultivando esa cultura financiera de pareja.
Hay tres elementos fundamentales que deben servir de referencia para que las citas financieras cumplan su misión fundamental para la pareja:
- Conocer cómo es la personalidad financiera de la otra persona: sus puntos de vista respecto a decisiones de gasto, concepto de inversión y proyecciones para el futuro (que requerirán dinero). Este es un punto de partida fundamental para poder iniciar con esa sinergia que los ayudará a construir juntos siendo consientes de sus realidades, así como la fortaleza para los sacrificios cuando se necesiten a la hora de salir de líos económicos que puedan surgir en su proyecto de vida.
- Establecer acuerdos y convertirlos en ley indiscutible. Estas políticas como por ejemplo algún protocolo para hacer compras importantes o cómo administrarán los gastos de fin de semana, planes de aprovisionamiento para fin de año, etc.
- Conversar sobre las lecciones aprendidas: “pudimos haber ahorrado más”, “pudimos evitar acumular el saldo de la tarjeta de crédito”, etc. Esta es una pregunta reflexiva para crecer y no para llenarse de culpa ni para hacer sentir mal a la pareja (ni para decir “yo te lo dije…”). Es un ejercicio reflexivo para comenzar a tomar mejores decisiones financieras en el futuro.
- Como el hogar que han levantado es su principal empresa y ustedes los dirigentes, este es como una junta directiva y de ahí nadie se levanta hasta haber hecho el resumen de los acuerdos y por supuesto la fecha y hora para la próxima sesión, así que ya saben, nada de “por ahí vemos cuando”.
Comunicación, trasparencia y seguimiento es la clave. Es seguir creciendo como pareja, alineando sus esfuerzos con todos los recursos que tengan a mano para lograr todos los sueños que han visualizado desde el día que se conocieron.
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