Creo que a veces se nos olvida cuanta energía conlleva ese deseo de superación constante que tenemos ya sea por deseo o necesidad, es por eso que hoy quiero hablarles de cómo mantener los ánimos. Esta pregunta me la han hecho en varias ocasiones, y mi respuesta siempre es, aprender a automotivarse.

No todos los días pueden ser buenos, no siempre vamos a obtener lo resultados que deseamos, e incluso, hay días en los que nos cuestionamos si vamos por el camino correcto. Y si bien no tenemos el control de todo lo que sucede, tenemos el control de cómo vamos a reaccionar con lo que ocurre y cómo podemos cambiar la actitud para sentirnos mejor al final del día.

Así que aquí te dejo un par de tips para automotivarte:

⦁ Haz una pausa cuando lo necesites: cuando tenemos un problema, es común quedarnos inmersos en ese sentimiento. Le contamos el problema a todo el mundo, lo repetimos en nuestra cabeza una y otra vez… Qué tal si la próxima vez que te sientas frustrada, mejor sueltas ese sentimiento un tiempo y tratas de hacer algo que disfrutes. La verdad es que ayuda. Cuando sea momento de retomar el problema, podrás verlo con una nueva perspectiva que te permitirá encontrar una mejor solución. No es recomendable tomar decisiones cuando estamos enojados o preocupados y “quejarse” es revivir malos momentos.

Busca la energía positiva: esta no va a llegar por sí sola, debes ayudarte a subir esos ánimos. Para relajarme, una de mis cosas favoritas es un baño largo de agua tibia. También puedes disfrutar de una buena película o playlist que te llene de energía bonita. La música es una de esas cosas que te puede elevar. ¡Haz lo que te haga feliz y te recargue! Nadie mejor que tú puede saber qué actividades son esas. Por ahí leí también que comer chocolate te sube las endorfinas, así que qué mejor excusa.

Practica el jounaling: 20 minutos del día para escribir cómo te sientes y todo lo que sucedió hace bien. Sin poner frenos, ni pensar demasiado en lo que escribes. Esto te ayudará a reconocer lo que estás sintiendo y será mucho más sencillo encontrar una solución y establecer un plan de acción para mejorar.

Haz una lista de cosas buenas que te ocurren: esto lo hago mucho y es que en medio de las cosas malas, se nos olvidan todas las cosas buenas que nos suceden. ¡Y las hay! Así que la próxima vez que tengas un mal día, haz una lista de todo eso que agradeces y verás cómo cambia tu perspectiva.

Haz ejercicio: el ejercicio libera hormonas que te hacen sentir más feliz y ayuda a liberar el estrés, además al estar enfocada en completar tu rutina, liberas la mente de pensamientos negativos o saboteadores.

Cada día es una nueva oportunidad así que fluye con la mejor actitud y aprende a automotivarte.


* Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad exclusiva de su autora.

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