Todos tenemos una historia que contar. No sólo las historias de las personas famosas son las interesantes. Me he tomado el tiempo de hacer preguntas cuando viajo, o incluso gracias a mi trabajo, que me permite escuchar, dándome cuenta de cada personas puede tener historias fascinantes que contar.
Una forma de aprender de otras personas es haciendo preguntas y escuchando. Por otro lado, una de las grandes necesidades humanas es ser escuchados. ¡Haz la prueba!
A veces, la persona tímida y callada en el trabajo tiene la historia de vida más increíble y los sueños más grandes. Depende de nosotros tomarnos el tiempo para descubrirlo.
Algunas personas viajan por un camino de riqueza y privilegio, mientras que otras luchan solo con ellas mismas para apoyarse. Ambos tienen grandes historias que contar. Cada persona aprende lecciones, toma decisiones y desarrolla una perspectiva única, que solo ellos pueden reclamar y compartir. Incluso dos personas que han tenido vidas muy similares tendrán experiencias diferentes, llevándolas a un punto de vista particular. Cada persona sigue siendo un tesoro por explorar. Cuando nos tomamos el tiempo de hacer preguntas y escuchar, descubrimos que cada persona tiene una historia fascinante y una perspectiva absolutamente única desde la que contarla.
Teniendo esto en cuenta, tenemos la oportunidad de abordar el mundo que nos rodea de una nueva manera. Nunca hay razón para aburrirse en una fiesta, en el taxi, el autobús o en una conversación con un extraño.
Sólo debes tener en cuenta las siguientes cualidades que te ayudarán a tener una buena escucha:
Sé curiosa, abierta, sin prejuicios y aprende a preguntar: ¿Cómo te sientes? ¿Qué te motiva? ¿Cuáles son tus sueños? ¿Cuál fue algún punto de quiebre en tu vida? ¿Qué cambiarías de tu vida si tuvieras 18 años nuevamente?
Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, postuló que hablar es una herramienta terapéutica fundamental.
¿Por qué decía Freud que hablar sana?
Para liberar emociones reprimidas: al expresar nuestros pensamientos y sentimientos, liberamos una carga emocional que puede estar causando malestar.
Para tener mayor autoconocimiento: al hablar sobre nuestras experiencias y conflictos, podemos obtener una comprensión más profunda de nosotros mismos.
Para reestructurar nuestra forma de pensar: al verbalizar nuestros pensamientos, podemos identificar patrones negativos y reemplazarlos por pensamientos más saludables.
Para fortalecer relaciones: comunicarnos abiertamente con los demás nos ayuda a construir relaciones más sólidas y auténticas.
¿Qué puedes ganar al hablar? Sanar las heridas emocionales y promover el bienestar psicológico.
Una de las actividades que mando como tarea a mis clientes es escribir, sobre todo que lo hagan cuando están con emociones que desbordan, tristeza, enojo, son canalizadas en forma maravillosa a través de la escritura, y al pasar los días, semanas, o incluso meses, si vuelves a leer lo que has escrito, puede que no reconozcas ese aspecto de ti, o descubras que ya pasó esa emoción. Sirve para conocerte.
También escribir mientras hacen un reto de meditación, al finalizar el audio, escribir y responder preguntas.
¡Buen fin de semana!