En el año 2022 hice una maestría en fotografía terapéutica, una de las dinámicas que hicimos para finalizar fue identificar nuestro ADN.

Mientras trabajaba en esa tarea, la facilitadora fue recorriendo cada trabajo hasta que nos dijo: “he visto que muchos de ustedes han puesto como valor personal la sanación, no lo tomaré en cuenta ya que “todos somos sanadores”, sin embargo no todas las personas lo saben o ponen en práctica”. Me mató, porque era uno de los valores que había puesto, entre otros como “Liderazgo” “Inspiración” “Creatividad” y “Empatía”.

Viniendo de una familia de mujeres sanadoras y muy católicas, me costó aceptar que como ellas, tenía el don también. Mis propias creencias acerca del tema, me habían alejado de hacerlo, incluso decidí entrenarme en habilidades de sanación diferentes como: “Reconnective Healing” “Reiky” “Shinkeido” y hasta que volví a encontrarme con mensajes como los de Neurociencias en donde el mensaje es el mismo, con intención, fé y meditación, podemos sanar. Cuando lo acepté, mi vida comenzó a cambiar. Comencé a vivir mi propósito, dejar mejor cualquier lugar al que vaya. Y mi propósito incluye el mundo corporativo, los negocios y personas en él.

¿Cómo saber si eres un alma sanadora?

Aunque no existe una prueba definitiva, hay algunas señales que pueden indicar que tienes un don para la sanación:

Empatía profunda: sientes las emociones de los demás como si fueran propias y un fuerte impulso por ayudar.

Intuición desarrollada: a menudo “sabes” cosas sin una explicación lógica. Puedes percibir las energías de las personas y los espacios.

Conexión con la naturaleza: encuentras paz y tranquilidad en ella.

Amor por ayudar a los demás: te sientes realizada cuando ayudas a otros a superar sus desafíos y a encontrar su propio camino.

Atraes a personas que necesitan apoyo: a menudo, las personas buscan tu compañía cuando se sienten mal o perdidos.

Interés por temas espirituales y holísticos: te sientes atraída por prácticas como la meditación, la sanación energética y la espiritualidad.

Sueños recurrentes: que te guíen hacia tu propósito de vida.

Sensación de misión: sientes que tienes una misión en la vida más allá de ti mismo.

¿Cómo desarrollar tus habilidades de sanación?

Meditación y mindfulness: estas prácticas te ayudarán a conectar contigo misma y a desarrollar tu intuición.

Cursos y talleres: busca cursos y talleres sobre sanación energética, reiki, o cualquier otra modalidad que te interese.

Práctica constante: la práctica es clave para desarrollar cualquier habilidad. Busca oportunidades para ayudar a los demás y recibir retroalimentación.

Conexión con la naturaleza: pasa tiempo en la naturaleza para recargar tus energías y conectar con la fuente de toda vida.

Ser un alma sanadora es un don que se puede desarrollar a lo largo de la vida. No te compares con los demás y sigue tu propio camino. Lo más importante es que seas auténtico y que te permitas ayudar a los demás de la manera que te sienta más natural.

Te dejo de regalo mi última meditación para sanar a distancia.

¡Buen fin de semana!