Hay una frase que me encanta y que siento muy cierta: “No sé cuál es la fórmula para el éxito, pero si sé que la fórmula para el fracaso es querer agradar a todo el mundo”

Somos prisioneras de la mirada del otro. Seguro pensarás qué tiene que ver esto con tu poder personal.

Nuestra autoestima se construye desde pequeñas a través de la mirada de nuestros padres, luego maestros, amigos, profesores, jefes, parejas… a medida que vamos creciendo vamos actuando en función al feedback que hemos recibido.

Si tuvimos la suerte de recibir una educación nutritiva y no del todo crítica o sobreprotectora, es posible que tengamos una autoestima sana. En caso contrario, tendremos que trabajar en descubrir quiénes somos, qué queremos y cuáles son nuestros dones.

Cuando una persona se acerca a sesión, en ocasiones no cuenta con la claridad acerca de sus dones, o incluso, los tiene y cree que no puede mostrarlos o ponerlos al servicio, debido a creencias.

Y aquí viene el tema del día, cuando estamos atentas a lo que otras personas esperan de nosotras, y nos adaptamos a eso, perdemos nuestro poder, nos salimos del camino.

Algunas razones para seguir a quienes nos rodean pueden ser:

- No querer confrontar.

- Tener miedo a no ser aceptada.

- Necesitar de la validación externa a modo de comprobación de tus actos.

- Huir del conflicto, entre nosotras, para mí es una oportunidad de crecimiento, si correrme del ego.

- Sentirte insegura.

- No tener confianza suficiente.

No se sana en el ambiente en el cual creciste de esa forma; es importante saber que cuándo quieras comenzar a trabajar tu personalidad, y autenticidad y mostrarla en forma coherente. Esto significa que lo que piensas, sientes y haces están en consonancia, serás alguien más liviana, te sentirás a gusto contigo misma, y nadie podrá hacer que negocies ese placer interno de ser quien eres, aunque pierdas viejas relaciones.

Es posible que esa amiga para quien estabas disponible al 100%, o tu pareja para quien cancelabas tu propia agenda y programas priorizando los de él o ella, se sientan incómodos cuando comiences a mostrar que quieres o quién eres en este momento.

Sin embargo -y te lo digo por propia experiencia-, en el proceso de conocerte es posible que haya personas que se alejen de tu vida. Déjalas ir. Es parte de la vida ese recambio; lo bueno es que se acercarán a tu vida nuevas personas.

Si para ser quien quieres ser tienes que gustar a otros, una pregunta pudiera ser:

Esta versión que soy hoy, ¿cómo me hace sentir conmigo misma?

Esta versión que soy hoy, ¿me permite crecer?

La opinión ajena no paga tus cuentas al final del día, así que… anímate a descubrir tus dones, quién eres, cómo quieres sentirte y ve por ello.

Es posible que para esto requieras de ayuda, ¡tómala!


* La autora es life & business strategist. Su sitio web es https://www.paulacabalen.com/. Puedes seguirla en su cuenta de Instagram @paulacabalen

* Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad exclusiva de su autora.

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