Hace muchos años leí un libro llamado El Poder del Ahora, libro que fue un antes y un después en mi vida respecto a mi comprensión de qué significaba vivir en el presente. Además, llegó en un momento en el cual estaba en pleno divorcio y me sentía realmente mal. Mi mente iba y venía, estaba agobiada.

Al poner en práctica los conceptos de ese libro, el cual puedes pedirme contactándome a través de mi web www.paulcabalen.com/contacto, mi vida comenzó a cambiar positivamente.

La relación más importante de nuestra vida es la que tenemos con el momento presente, en cómo aceptamos lo que está sucediendo en este preciso momento.

A mayor negación del momento presente, mayores problemas tendremos, ya que las situaciones externas cuando se sienten complejas y difíciles, vienen a mostrarnos nuestra desalineación con el momento. Es allí en donde entra el ego. A mayor no aceptación, mayor ego.

Cuando alcanzamos cierto nivel de consciencia, podemos decidir qué tipo de relación queremos tener con el momento presente:

¿Queremos que sea nuestro amigo o nuestro enemigo?

Al respondernos esa pregunta, lograremos tomar consciencia acerca de qué tipo de respuestas daremos a la situación que se nos presente.

Al tomar la decisión de ser amigos de este momento, la vida se torna amable con nosotros, comienzan a aparecer personas que nos ayudan o que nos dicen la palabra justa que necesitamos oír; o aparece la oportunidad que necesitábamos.

Cuando tomamos la decisión de aceptar el momento presente como es, se deshace el ego. El ego se alimenta del tiempo, a mayor ego mayor la importancia que le damos al tiempo.

A mayor ego, mayores miedos, expectativas, culpa, sentimientos de superioridad o de inferioridad.

En cambio, al soltar el control que el ego quiere ejercer, permitimos al momento presente ser, y nuestro ego pierde poder e importancia.

Según Eckart Tolle, el ego trata al momento presente de 3 formas diferentes, como un enemigo, como un obstáculo o como un medio para una finalidad.

Si vas por la vida haciendo cosas y esperando algo a cambio, estás conectado con el ego. En cambio, si haces y sueltas la expectativa por el resultado, vives en forma más liviana, ya que estás abierto a la respuesta que pueda venir, y seguro, te sorprenderá por lo maravillosa que puede ser.

Te invito a hacer un ejercicio importante hoy y a que veas cómo se siente:

Ante una situación cualquiera:

  • Imagina que sales de tu mente, que tú puedes ahora observar lo que estás viendo y pensando.

  • Observa sin juzgar.

  • No respondas.

  • Sólo observa.

  • Siente, ¿cuál es la sensación?

  • Actúa sin esperar nada a cambio y sin expectativas.

  • Si tienes un obstáculo, abrázalo, acéptalo, pregúntate: ¿para que está y que puedo aprender de él?

  • Continúa tu camino.

  • Agradece por el aprendizaje.

Haz la prueba, luego me cuentas si se siente más liviano. ¡Es todo un desafío, vivir la vida, sentirnos mejor y no engancharnos!