Cuando mi maestra Graciela pasaba lista de asistencia, allá en la escuela de Sara Sotillo, en Panamá Viejo, recuerdo los nombres de José, Manuel, Justo, Raymundo, Armando y Abraham. Entre las niñas estaban María, Angela, Digna, Yessenia y Beatriz. Todas esas chiquillas tenían algo más en común. Su segundo nombre era del Carmen. María del Carmen, Angela del Carmen, Yessenia del Carmen, Beatriz del Carmen.

¿Qué cómo lo sé? Porque era costumbre entre los niños decir el nombre completo, en voz alta y con orgullo.

Estoy bastante segura de que mi maestra se llamaba Graciela del Carmen.

También creo que alguna vez me pregunté por qué yo no era del Carmen.

Hoy creo que sería muy raro encontrar niñas con ese segundo nombre.

En mi generación había muchas Tanias, Natashas y Ninotschka. Quizás tenía que ver con panameños que fueron a estudiar a Rusia. O con algún capítulo del Super Agente 86 quien aparatosamente se enfrentaba a espías de la Unión Soviética.

Los nombres también nos hablan de las modas y los gustos de la época. Reflejan, además, la personalidad osada o conservadora de los padres.

El santoral y la Biblia son los sitios de referencia de los padres más conservadores. Algunos no tuvieron miramientos para llamar a sus hijas Severa o Pancracia. Los más creativos no dudan en apostar por los nombres de futbolistas brasileros o de cantantes de moda.

En el extremo, más extremo, están aquellos que se hacen la promesa de hacer un hombre único para sus descendientes. Aunque eso signifique poner las letras del abecedario en una bolsa y sacarlas al azar, cuál tómbola, a ver qué sale.

Baby Center, la web con información para nuevos padres, todos los años publica su lista de los nombres populares. Hasta mitad de 2002, los favoritos para niña eran Emma, Sofía e Isabella. Estoy segura de que esto no les sorprende si ustedes conocen niños pequeños. Entre los varones gana Mateo o Mateo, Santiago y Matías o Mathias. Pero el nombre compuesto más popular de niño es Juan Pablo.

Sofía tenía varios años como el nombre más popular entre los hispanohablantes. Sofía significa sabiduría. Emma puede traducirse como fuerza.

Emma no es un nombre nuevo. Jane Austen escribió una novela llamada Emma. Rachell y Ross, en Friends, le pusieron a su hija Emma y con eso se hizo popular a principios de este siglo XXI. Pero ahora hay muchas otras Emma famosas como Emma Watson.

Puede ser que en un tiempo veamos el retorno triunfal de las del Carmen.