Netflix no necesita que yo le haga publicidad y tampoco tengo ganas de hacerlo. Sus beneficios son bien conocidos y su lado no tan bueno también lo tiene, como todo.

Tal vez lo mejor sea que puedes ver gran cantidad de películas, series y documentales sin anuncios comerciales, un capítulo detrás del otro, lo malo y muy malo es que puede uno volverse adicto a ver 12 capítulos en un día. La gente no duerme y llega tarde por estar allí pegado.

Pero una cosa que me desencantó fue descubrir gran cantidad de programas llenos de violencia gratuita. Desde que nació mi hija le perdí la gracia a las series de crímenes. Tanto que me gustaba ver Criminal Minds. Ahora no puedo con eso. Creo que la piel de mamá se pone más gruesa para unas cosas, pero el corazón se ablanda.

También abundan las series que describen un futuro tan pavoroso, que a veces me hace pensar gracias al cielo, que no veré esos días horribles de la humanidad como en Carbón Alterado, donde los cuerpos son fundas y lo que permanece del ser humano es como un disco duro, solo hay que cambiar la funda o tener varias clonadas, claro que eso es para quienes tengan mucho dinero. Otras series presentan un futuro tan cercano que asusta, más todavía, como en Black Mirror donde la gente vive y muere por los likes o donde los padres implantan a sus hijos un chip para ver, en una tableta, lo que hacen las 24 horas.

Sí, ¿quién me manda a ver eso? Después no puedo ni dormir. Y si a eso le sumo la desfachatez y la sinvergüenza de algunos políticos que veo a diario en la televisión, la radio y los periódicos, pues estoy frita.

Decidí entonces dar un giro a lo que veo y ahora solo veo doramas. Sí, series de Asia que me hacen reír y conocer otro mundo.

Si usted quiere probar, le advierto que siempre debe dar oportunidad a la serie y ver uno o dos capítulos. Verá cómo se engancha.

Tratan de amor, de humor y sobre todo de comida. Las coreanas son mis favoritas y sus productores nos muestran su cultura, sobre todo a través del kimchi, el bibimbap y por supuesto mucho soju, bebida destilada de arroz u otro almidón. Estas series tienen además muy buena música, tanto así que hasta quiero aprender coreano para cantarla. Y les diría más, pero quiero irme a ver los episodios que me faltan de Qué le pasa a la secretaria Kim.

Pd. Si me quieren recomendar más series coreanas, escríbanme.