Estamos en ese momento del año de recuentos. Las organizaciones dedicadas a las palabras y a su cuidado hacen públicas listas o designaciones que responden a la pregunta: ¿Cuál fue la palabra del año? Para bien o para mal.

Para nadie fue una sorpresa que España eligiera dana, el acrónimo de “depresión aislada en niveles altos”, ese fenómeno meteorológico que no es raro por esos lares, pero que este año causó tanta lluvia, lodo y dolor, que conmovió a buena parte del mundo.

La Universidad de Oxford eligió brain rot, algo así como podredumbre mental (me suena como algo que le escuché a mi profesora de filosofía), para describir el estado causado por el consumo excesivo o jartarnos de contenido trivial en redes sociales. Y en las redes sociales encontramos demure, la palabra y tendencia, por supuesto, que Dictionary.com eligió como la elegida del año. La palabra significa “recatado”. Esto, gracias a un influencer que puso de moda la expresión very demure.

En Panamá nadie, creo, hace este tipo de selecciones. Pero si se hiciera, tendría que incluir en la lista la palabra independiente, término que repetimos hasta el cansancio entre enero y mayo. Y tanto éxito tuvo que varios candidatos independientes lograron salir electos.

Aunque no es nueva, yo diría que podcast es una palabra que se popularizó en Panamá. A estas alturas ya no hay que explicar qué es, y un gran número de gente escucha podcasts y tiene el suyo propio.

Menopausia fue otra palabra que empezamos a escuchar mucho. Y ya era tiempo de perder el miedo y hablar de una etapa de la vida de todas las mujeres, si contamos con la suerte de llegar a ella.

Entre los compradores, Temu entra como palabra del año, gracias a la plataforma de compras que, me han dicho, tiene de todo y barato. Consumismo sería su palabra hermanastra, pero esa lleva de moda mucho tiempo. Me temo que no pasará de moda la palabra calor. Las temperaturas extremas nos han puesto a sudar y seguiremos abanicándonos.

Woke es una palabra que también hemos escuchado más en Panamá. A mediados del siglo XX, fue una expresión que se usó para hablar de estar ‘despierta’ y consciente de la discriminación racial. Pero hoy, ser woke puede interpretarse de dos maneras opuestas: para algunos, significa tener conciencia social y cuestionar las desigualdades; para otros, describe a quienes pretenden imponer ideas progresistas desde una posición de superioridad moral.

Paramétricas es otro término que hemos estado leyendo y escuchando por todos lados y que se refiere a las medidas propuestas para reformar la Caja del Seguro Social, medidas que tienen que ver con aumentar la edad para jubilarse y subir las aportaciones.

Si le preguntaran a mi hija, la palabra del año sería aesthetic, pues todo lo que es bonito y agradable a la vista para ella cabe en esa bolsa. También se la he escuchado a otras mamás que han tenido que correr a averiguar qué significa, cuando sus hijas les dice que su desordenado cuarto está aesthetic. Todavía no estoy tan segura, pero sé que cuando mi hija dice que eso está esthetic es porque le gustó.

Les deseo un 2025 muy aesthetic.

* Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad exclusiva de su autora.

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