Esta guía no la encontrará en ningún lado. Estoy bastante segura. Fácil hallará guías sobre que le dirán en cual lugar sentarse en un avión, con datos tan obvios como que no hay que elegir el asiento próximo al baño o menos conocidos como que la parte delantera del avión es más silenciosa.
Pero la guía de donde sentarse en un autobús, o Metro Bus, en Panamá, se las tengo yo.
Asiento delantero: Es el asiento ideal para esos espíritus curiosos que siempre tienen que estar informados y saber qué pasa. No hagan caso a quienes les llamen vidajenas. Envidiosos. Sin embargo, estos primeros asientos son onerosos. A menos que usted tenga un corazón de piedra o una cara de palo se verá forzado y forzada a pasar la tarjeta para todos aquellos despistados o vivarachos que se suben al bus sin saldo en la tarjeta.
Asiento que mira para atrás: No sé cuál otro nombre endosar a este lugar. Lo cierto es que usted se sienta y va mirando en sentido contrario. No es apto para los que se marean.
Asiento especial para la tercera edad, discapacitados y embarazadas: Si usted no tiene ninguna dificultad de movilidad ¿qué hace en ese asiento? ¡Párese de allí! Lo cierto es que esos lugares no son para gente tímida. Son cuatro asientos, encontrados, que quedan unos mirando a los otros. Si no hay nada en común no se sabe dónde poner la cara. Pero eso no es lo peor. ¡No hay lugar para agarrarse! Usted tiene que hacer unas contorsiones con los dedos o abrazar al del lado ¡a quien no conoce! para no caerse e ir a dar al suelo en esas curvas de Albrook o de la llamada Zona Paga en la 5 de mayo.
Asiento último, encaramado: De todos los asientos es este quizás el más peligroso. Queda por allá arriba. Hay que treparse. Y si bien, en algunos caos, tiene unos cinturones de seguridad nadie los usa y el peligro de caerse no es relajo. Además, es un puesto muy ruidoso, por el motor, y el acondicionador de aire no llega. Sí, hace calor.
Si ha leído hasta aquí se estará preguntando, entonces ¿cuál es el mejor asiento en el Metro Bus? Bueno, si usted va en un autobús en hora pico, y a cuestas lleva cansancio, hambre y apuro, seguro cualquier asiento es bueno. La verdad sea dicha.