Estoy enfrascada en un duelo con el papel de plastificar los cuadernos. Yo no quiero que me queden globitos y el papel se niega a quedar fijo y liso.

Por primera vez este año mi hija me acompaña en este proceso de plastificar los cuadernos. Proceso que no es nada amigable con el ambiente pero que, por ahora, es imprescindible para que los cuadernos y libros escolares sobrevivan los manotazos, rayones, derrames y caídas que le esperan en el año escolar.

De niña, mi mamá me compraba hermosos papeles para forrar cuadernos. De grande, los escogía yo. Comparado con esos días esto debería ser fácil, pero no lo es. Aunque también está la opción de comprar cuadernos que no necesitan ser plastificados.

Para mí, por ahora, forrar cuadernos es parte de los preparativos para el nuevo año escolar. Pensé que me las sabía todas. Desde finales de diciembre empiezo a comprar lápices, gomas, cosas que sé siempre piden. Voy ufana por los pasillos escolares que más bien son de Navidad.

Pero este año ha sido diferente. A enero y febrero le salieron alas y se me fueron volando. Hoy es 1 de marzo y todavía me faltas cositas.

Ya comprobé que no soy la única así. Esta semana el saludo a mis amigas mamás ha sido: “Hola ¿ya están listas para el año escolar?” Y todas las respuestas han sido ¡uf! ¡arggg! ¡No!

Algunas tenían los libros, pero no los uniformes. En algunos casos no había modistas disponibles; apartarlas en enero es tarde. Otras tienen los uniformes pero han dejado para después lo de los libros.

Están las que se sorprenden con las peticiones de la escuela: que si los cuadernos llevan un color según la materia, que si se debe rotular hasta el último clip que vaya en la maleta; que si los calcetines escolares, blancos por supuesto, tienen que estar a dos pulgadas del tobillo, ni más ni menos.

Sé que no es así, pero algunas de estas peticiones son ejercicios de paciencia.

Lo que nos queda aquí es tenerla. Sí, la paciencia. Inhalo, exhalo. Al final es una fortuna que nuestros hijos puedan ir a la escuela y que además estén emocionados por hacerlo. Así sea por estrenar los nuevos útiles.

Feliz regreso a clases.

* Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad exclusiva de su autora.

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