Recuerdo la primera vez que vi a mi peluquera con una cabellera completamente rizada de color miel. Se veía bonita y feliz. Ella siempre había alisado químicamente su cabello. Dedicaba varias horas a ello.
Tiempo después, y luego de ver cómo ese cambio la había transformado a ella y hasta inspirado a sus hermanas a dejar de alisarse, me atreví a preguntarle por qué lo había hecho.
Yo esperaba una gran historia. Pero dio una respuesta tan simple que me desilusionó en ese momento. Lo que me contó fue esto: había visto en Instagram a una chica como ella con el cabello rizado, se le veía muy bien, y pensó que ella podía también llevar el cabello así y se le vería bonito.En pocas palabras: vio a alguien hacer algo y lo hizo.
“No puedes ser lo que no puedes ver” es la frase que Laura Montgomery, la presidente y fundadora del equipo escocés de fútbol femenino, Glasgow City, pronunció en 2014 en una charla TED y se refería a que las futbolistas de su liga eran adoradas por las niñas de las categorías menores, pero fuera de ese ambiente eran unas desconocidas.
La televisión o los otros medios de comunicación apenas si se aparecían por sus partidos. Hacía falta que más niñas, de toda Escocia, vieran a esas futbolistas para que pudieran querer ser cómo ellas. No puedes ser lo que no puedes ver.
Este año entrevisté a una científica que me contó que durante sus estudios universitarios tuvo una mentora que la impresionó porque era una mujer joven, madre de niños pequeños y era una reconocida científica. Pensó que justo quería ser eso: una científica, joven que tenía familia. Su mentora le demostró que no tenía que renunciar a ser exitosa en su profesión para casarse y tener familia, que era lo que ella quería.
Hace tiempo conocí a una periodista que renunció a su trabajo de muchos años, meses después que su jefa lo hiciera. La jefa se fue para dirigir su propio emprendimiento, mientras que aquella colega lo hizo para concentrarse en su escuela de danza. Una hizo pensar a la otra que se podía dejar un trabajo de mucho tiempo para concentrarse en un proyecto propio.
Si buscan en internet encontrarán otras variaciones de esa frase. Por ejemplo: Puedes ser lo que puedes ver. Y se ha aplicado en campañas para mostrar a más mujeres en ciencia o en la política.
Algunos pueden pensar que esto suena demasiado simple. Obvio que la gente se inspira en otros. Eso incluye la persona que tienes al lado.
Usted que me lee, ahora mismo hay alguien que la está viendo. Alguien que podría atreverse a hacer lo que usted hace. Eso, a mí, me asusta y me maravilla.