En enero de 2019 con la Jornada Mundial de la Juventud JMJ el Papa Francisco visitó Panamá. Para su seguridad se compraron 27 mil barreras de metal, así decía la noticia en un periódico. En la calle esa frase se traduciría en hileras de metal serpenteando las avenidas y calles que recorrería el papa en su vehículo.
Así se evitaría, pienso, que la gente se tirara a la calle detrás del pontífice o que los vendedores empezaran a ofrecer agua bien fría y chorizos en medio de la ruta. Aunque, por la velocidad a la que pasó el papa, también evitaría que alguien fuera atropellado por el papamóvil.
Tales vallas son muy parecidas a las que uno ve en desfiles internacionales como el de las rosas (rose parade) en Pasadena, California. Sí, esos desfiles que acá una admira y envidia por el orden. Para mí que si se ven tan organizados no es porque la gente sea menos desordenada es, en buena parte, porque aquellas barras metálicas no dejan pasar a nadie.
Volviendo acá, meses después de que se fue el papa algunos medios de comunicación reportaron ¡horror! que las barricadas de metal estaban amontonadas en los predios de Metro Park sede importante de la JMJ.
Sé que no fui la única que pensó ¿qué irán a hacer después con esas barreras? En una de esas noticias también un periodista se lo preguntaba con suspicacia justa y necesaria: ‘no han dicho cuál será el destino de esas vallas’.
Tanto metal no era posible tenerlo guardado, al menos no todo junto, y es así como en los últimos años esos fierros han cercado todo el territorio nacional, para usar una frase cliché de esas que siempre tenemos a mano los periodistas.
Vimos las vallas en los retenes durante la cuarentena por el coronavirus ¿recuerdan cuando no se podía salir sin salvoconducto? Luego sirvieron para las filas de quienes recibirían las dosis de vacunas. En el parque Omar actualmente delimitan un área que se ha destinado a la recreación de los perros. Sí, que los perros también tienen derecho a sus espacios. En ese mismo parque las usan alrededor del área donde las personas practican zumba, vitamin dance y otros meneos tan enérgicos que sudo de solo verlos. No se si la intención es que o entras temprano o no entras al bailoteo o, peor, el que entra ya no puede salir.
Me pareció haberlas visto a la entrada del concierto de Karol G. Yo creo que hay un depósito lleno de ellas por la Asamblea Nacional. Cada tanto las sacan para rodear el área. Hay quienes pretenden usarlas para meterle miedo a los manifestantes, cosa que está difícil. Estas valla llegaron para lo de la JMJ y se han quedado acompañando a un país en las protestas y en las pachangas. Si esas vallas hablaran qué nos podrían contar. Y ustedes, cuéntenme si las han visto por allí.