Estoy aquí —y usted también— aprovechando los últimos días de paz que nos quedan antes de que empiece el bombardeo de la campaña política. Sí, antes de que aparezcan los picops en la barriada con altavoces y, en vez de pescao fresco o compra de chatarra, nos ofrezcan a Fulo, Chombo y Cholo, que son los candidatos del pueblo; sí, cómo no.
Respire. Goce usted de esta tranquilidad. Pronto le sacará de ella una lluvia de gorras o un chaparrón de camisetas. No se extrañe si le aparece en la sopa la cara de un candidato.
Ah, querido lector, ¿es que usted no se ha dado cuenta? ¿Usted no sabía? Estamos en veda electoral.
Ningún político puede hacer campaña 60 días antes de las elecciones, que serán el 5 de mayo. Esto significa que el 5 de marzo se acabó nuestra paz.
Habrá quien diga que esta restricción es excesiva. Pobrecitos los políticos. Ellos tienen derecho a manifestar sus ideas, a dar a conocer sus caras, a caminar en los zapatos del pueblo. Necesitan estrechar manos, abrazar abuelos, besar bebés ajenos, etc., etc. Tienen derecho a poner su foto en botellas de agua, a poner su cara en los carros cisterna. Pero esto último lo podrán hacer pues la veda termina en mitad del Carnaval.
Entre las prohibiciones que establece el tribunal está no poder hacer campaña a favor o en contra. Así es: se invierte más en desacreditar a otros que en promover a algunos. Campaña sucia.
Los electores tenemos la responsabilidad de usar la cabeza y de pensar qué es lo mejor para el país.
No porque este me regaló un mafá (o un saco de mafás) le doy mi voto. ¿Usted dejaría que cualquiera le operara? ¿Usted dejaría que un hombre cuya credencial es ser humilde y buena gente le hiciera una cirugía? Entonces, ¿por qué deja que cualquiera le gobierne?
Hay que cuestionar a esos aspirantes. Que no vengan con dame tu voto y te daré educación, dame tu voto y te daré salud, dame tu voto y te daré marido. ¿Exageré?
Necesitamos oír cómo lo harán, cuál es el plan, en qué país funcionó ese milagrito, ¡con estadísticas!, y con qué plata lo harán, y no miren para allá. Basta de decir que todo lo harán con el dinero del Canal.
Tuvimos veda y paz, y ahora vamos a investigar, a preguntar y a encontrar a los mejores aspirantes.