Sentido común, ¿nos abandonaste?
No entiendo por qué los funcionarios desfilan antes que los estudiantes el 3 y 4 de noviembre. Además, si sus delegaciones fueran breves, menos mal.
Los protagonistas son las escuelas. Los asistentes y televidentes quieren ver a sus nietos, sobrinos o a su escuela marchar.
El pasado 3 de noviembre se alinearon los astros para que muchas cosas salieran mal.
Alguien, bien intencionado, decidió que la selección de Panamá debía ser honrada pues -como todos saben- Panamá va al Mundial. No está mal.
Deciden traer a Román Torres. Traerlo como sea. No sé ni cuánta plata nos costó, ni quiero saber su transporte en un vuelo privado desde la ciudad donde juega.
Todo el mundo celebró cuando aterrizó esa mañana del 3 de noviembre, alrededor de las 8:00 a.m. Nadie dijo que los actos protocolares ya debían haber iniciado a las 7:00 a.m.
El desfile que iba a empezar a las 9:00 a.m. empezó pasado el mediodía. Horas y horas practicando, sábados dedicados a eso, realito a realito ahorrado para comprar esos uniformes de gala, y el gran día los alumnos tienen que esperar horas de retraso porque el abanderado no llega, y aguardar a que marchen tooodas las instituciones. Mientras, el sol y el hambre atacan.
Y llovió. Cayó un chaparrón terrible que lo soportaron los niños, por supuesto. De haber empezado temprano y de haber desfilado antes, el agua no se habría ensañado con los estudiantes. Los que organizan estos desfiles, a menos que sean suecos, saben que en esta época llueve.
Durante su gestión, la exministra Lucy Molinar se preocupó por la puntualidad y porque los estudiantes desfilaran primero. Lo bueno hay que reconocerlo.
En este país faltan líderes. Alguien debió decir “los actos protocolares no se pueden retrasar, Román no alcanza a llegar y el desfile para el que se han preparado un año miles de personas no se puede aguantar”.
Qué mejor ocasión que un 3 de noviembre para dar el ejemplo, enseñar a los jóvenes puntualidad y que el bien de la mayoría está por encima.
Las preferencias, si las hay, deben ser para los niños. Que ellos desfilen primero, insisto. Por favor.