Presentado por Abbott

El agua es fundamental para nuestra salud ya que constituye aproximadamente el 60% de nuestro cuerpo. Sin embargo, no podemos olvidar el papel clave que juegan los electrolitos en nuestro bienestar. La doctora Yumaira Chacón, pediatra y gerente médico senior en Abbott, aborda la importancia de incluir estos minerales en nuestra rutina diaria.

¿Por qué es importante tener un balance entre el consumo de agua y electrolitos? La deshidratación, por definición, es el estado resultante de una pérdida de agua y de electrolitos. Aunque una gran parte de nuestro cuerpo es agua, también necesitamos electrolitos, como potasio, sodio y cloruro, que son minerales esenciales presentes en la sangre y otros líquidos corporales. Los electrolitos desempeñan varias funciones vitales: ayudan a equilibrar la cantidad de agua en el cuerpo, llevan nutrientes a las células y eliminan desechos, además de funciones relacionadas con el corazón. Si no obtenemos suficientes electrolitos, los niveles de sodio o potasio pueden disminuir, lo que puede ocasionar repercusiones en nuestra salud.

Electrolitos: tus aliados contra la deshidratación

¿Qué sucede si nos hidratamos sólo con agua? Si no logramos un equilibrio entre agua y electrolitos, podemos deshidratarnos. Lo ideal es hablar de cómo mantener una hidratación adecuada y no sólo de cuánta agua debemos tomar. El hecho de que nuestra piel se sienta seca al tacto no significa que no estemos sudando, ya que perdemos electrolitos sin darnos cuenta, que posiblemente después podemos reponerlos a través de la dieta, consumiendo alimentos con alto contenido de agua, como la lechuga, los pepinos o los tomates. Sin embargo, no siempre es suficiente porque las necesidades de hidratación varían según la edad y el nivel de actividad física, especialmente cuando hacemos ejercicio o practicamos alguna actividad al aire libre en un clima tropical como el de Panamá.

¿Cuáles son las señales de alerta para saber si nos estamos deshidratando? Un simple dolor de cabeza que no desaparece, sentirnos fatigados o mareados, pueden ser algunas de las señales que indican que estamos perdiendo agua y que los niveles de electrolitos en nuestro cuerpo están bajando. Es importante no esperar a sentir sed para hidratarnos, y tratar de incorporar la hidratación como parte de nuestra rutina, desde que nos despertamos, hasta incluir pausas durante la jornada de trabajo. Aunque solemos asociar la sed con el primer signo de deshidratación, existen otros síntomas a los que debemos prestar atención:

  • Ojos, boca y piel secos.

  • Orina oscura.

  • Disminución del volumen de orina.

  • Labios agrietados.

  • Sequedad en las fosas nasales.

Incluso, la pérdida de agua puede afectar nuestro estado de ánimo y función cognitiva.

¿Cómo podemos garantizar estar correctamente hidratados? La hidratación no se trata sólo de consumir líquidos, sino también de mantener un balance de electrolitos.

En Abbott, hemos desarrollado el nuevo Pedialyte Zero Sugar, pensado para ser práctico y fácil de llevar. Está disponible en presentaciones de sobres, perfectos para tenerlos a mano cuando haces ejercicio, viajas o simplemente necesitas rehidratarte.