Por: Solangel Hurtado Mendoza
Fotos: Alexander Arosemena
Cuando Olympia Giannareas regresó a Panamá a finales de los años 80, era una de los siete profesionales en ingeniería de alimentos en el país. “Aquí no existía la carrera, todos los que nos habíamos formado en esa área estudiamos afuera”, recuerda. Su camino para ejercer su profesión no fue fácil. Después de varios rechazos y entrevistas frustradas, finalmente consiguió su primer trabajo en Cemento Bayano, donde, irónicamente, aplicó sus conocimientos de química de alimentos en el sector de la construcción. “Me dijeron: ‘Si sabes de química de alimentos, debes saber de química de cemento’. Y yo dije que sí, aunque no tenía ni idea de eso”, comenta entre risas. Su despegue profesional llegó cuando fue contratada por General Mills de Panamá, donde trabajó durante 13 años. “Esa fue mi escuela”, dice con firmeza. Desde entonces, su carrera ha estado marcada por la perseverancia y el compromiso con la calidad y la seguridad alimentaria. Hoy, con más de dos décadas en Grupo Melo, Olympia es una figura clave en el aseguramiento de calidad de la empresa, supervisando todas las plantas de producción, desde alimentos balanceados para animales hasta embutidos y productos de valor agregado.
Olympia Gianneareas, ingeniera de Grupo Melo. 13 de marzo 2025. Foto: Alexander Arosemena
Un campo dominado por hombres
Abrirse camino en una industria tradicionalmente masculina fue un reto constante. Olympia recuerda con claridad una experiencia que marcó el inicio de su carrera. Tras pasar todas las pruebas y entrevistas en una multinacional, le dijeron que no podían contratarla por ser mujer. “Me dijeron: ‘Pasaste todas las entrevistas, pero no contratamos mujeres’. Me pregunté, ¿para qué me hicieron perder el tiempo?”, cuenta con un tono de frustración. Sin embargo, lejos de rendirse, siguió insistiendo hasta lograr entrar en el sector. Su ingreso a Grupo Melo fue el comienzo de una etapa que consolidaría su trayectoria profesional. En Melo, Olympia ha sido clave en la implementación de procesos de aseguramiento de calidad que han llevado a la empresa a alcanzar estándares internacionales.
Retos y logros en Grupo Melo
Uno de los mayores desafíos de su carrera fue la implementación de la certificación HACCP (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control) en la planta de alimentos balanceados Sarasqueta. “Al principio no entendía cómo se aplicaba la inocuidad en alimentos para animales, pero me puse a investigar y, con el apoyo del equipo, logramos certificar la planta en 2014”, explica. Actualmente, todas las plantas del Grupo Melo están certificadas bajo el estándar HACCP. El éxito de estas certificaciones impulsó a la empresa a alcanzar estándares más altos. En febrero de este año, Alimentos Melo logró la certificación FSSC 22000, convirtiéndose en la primera y única empresa avícola en Panamá en alcanzar el máximo nivel de la certificación. “Eso significa procesos más seguros, mayor control y la garantía de ofrecer alimentos de la más alta calidad”, señala Olympia con orgullo.
El valor de la seguridad alimentaria
Olympia explica que la seguridad alimentaria y la inocuidad son conceptos distintos, aunque a menudo se confunden. “La seguridad alimentaria es que la población tenga acceso a los alimentos. La inocuidad es que esos alimentos sean seguros para el consumo, que no causen enfermedades”, aclara. Este principio ha guiado su trabajo diario, garantizando que los productos de Grupo Melo cumplan con los estándares más exigentes de calidad y seguridad.
Un legado profesional
Después de más de 20 años en Grupo Melo, Olympia siente satisfacción por el camino recorrido y el impacto de su trabajo. “Ahora soy reconocida en el área como especialista en seguridad de alimentos, y eso es muy gratificante”, afirma. Pero lo que más le enorgullece es haber dejado una huella profesional en la empresa. “He visto crecer al equipo, enfrentar desafíos y lograr metas que parecían imposibles. Eso es lo que realmente vale la pena”, concluye.
