Recordamos este artículo publicado en revista ELLAS en su edición impresa publicada el viernes 28 de enero de 2000, un día antes de la boda de Angela Brown y el príncipe Maximiliano de Liechtenstein.

Ella nació en una isla donde igual se habla español que guari-guari, se divisan los lomos de los delfines cortar el mar y los atardeceres son cada uno más hermoso que el anterior.

Él nació en un principado pequeñísimo (del tamaño de Atalaya), entre Suiza, Alemania y Austria, donde las fábricas son el motor de la economía y la pobreza es desconocida en las estadísticas.

La historia de amor de la diseñadora bocatoreña Angela Brown y el príncipe Maximilian de Liechtenstein termina -o más bien comienza- este 29 de enero, cuando se casen en la ciudad donde se conocieron, Nueva York. Esta será la primera boda real del milenio y la del último soltero de la casa Liechtenstein, quien es además uno de los hombres más ricos de Europa.

Angela y Maximilian se vieron por primera vez en una reunión en Nueva York, donde ambos residían y trabajaban. Cuentan que él quedo prendado de ella desde aquel primer apretón de manos. Ella se había mudado, junto con su familia, a la ciudad de los rascacielos cuando todavía no había terminado la primaria y aquel fue el sitio perfecto para dar rienda suelta a su talento en el diseño.

Se graduó de la escuela de diseño Parson’s School of Design con el premio Oscar de la Renta y durante tres años vendió sus diseños en Estados Unidos bajo su propio nombre: “A. Brown”. Luego, pasó a encargarse del diseño de la renombrada casa de moda Adrianne Vittadini.

“Angela es extraordinaria”, dice una amiga intima. “Es alta, delgada y elegante”, señalaba un cable de noticias en diciembre pasado. “Viaja muy a menudo a Europa y recientemente llegó de Alemania, donde estuvo al tanto de los detalles relacionados con su futura residencia”.

El príncipe Maximilian creció en el castillo de Vaduz y trabajó durante un año en los negocios de la familia antes de ingresar a la universidad. Mientras estudiaba en la European Business School (Escuela Europea de Negocios) en Frankfurt, vivió temporadas en Londres y Buenos Aires, donde aprendió español.

En cuanto terminó sus estudios, se mudó a Nueva York para trabajar en la empresa Chase Capital Partners, y fue en esta ocasión cuando el segundo en la línea al trono de Liechtenstein comenzó su amistad con Angela, que luego se convirtió en un noviazgo de cuatro años, que resistió la distancia.

Tras su experiencia en la Gran Manzana, Maximilian se fue a Boston para estudiar una maestría en la escuela de negocios de Harvard y, a finales de 1998, regresó a Europa, donde trabaja con la compañía Industri Kapital en Hamburgo, Alemania; y Londres, Inglaterra.

Después de un año de vivir en continentes diferentes, Angela dejó su trabajo en Adrianne Vittadini en septiembre del 99 y unos meses después, el principado anunciaba el compromiso formal de la pareja.

Las amistades y parientes de Angela la describen como una mujer elegante y sumamente sencilla; tanto así, que se rehúsa a hacer comentarios sobre su boda y ha pedido a su familia en Panamá que tampoco los haga, pues no desea ningún tipo de publicidad. Pero como es boda real al fin, el pasado 22 de diciembre el anuncio público lo hizo el principado y la noticia llegó a Panamá desde Europa.

La pareja visitó Panamá durante las fiestas de diciembre para celebrar el Año Nuevo en la finca de un amigo panameño de Maximilian. Quienes lo conocieron describen al príncipe como un chico encantador y sencillo.

La boda se iniciará hoy en la noche con una fiesta de gala y terminará mañana sábado cuando se lleve a cabo la ceremonia nupcial durante el día.

La novia lucirá un vestido del diseñador dominicano Oscar de la Renta. Tras la boda, la pareja se establecerá en Europa.


Más sobre Ángela

La diseñadora panameña Angela Brown es hija de Javier Francisco Brown y Silvia Maritza Brown, y la mayor de cuatro hermanos, dos de ellos varones. Ella, al igual que el príncipe, tiene 30 años. Nació en la provincia de Bocas del Toro, y siendo aún niña, se trasladó a Estados Unidos con sus padres.


*Artículo publicado en revista ELLAS en su edición impresa el viernes 28 de enero de 2000.