En el ámbito de laboral encontramos personas a las que suelo llamar “de doble cara”, que a la final vendrían siendo tóxicas por su comportamiento, por ende, problemáticas, ya que demuestran que parecieran no tener vida propia.
A esas personas el tiempo y la imaginación les sobra para indisponer, inventar y crear climas desagradables de diferencias y atmósfera negativa, en lugar de ser útiles, ingeniosos, proactivos en sus distintas áreas de trabajo. Pareciera que el único objetivo de su existencia es hacer sentir mal a otras personas y el chisme per se.
Es muy lamentable encontrar gente así en lugares profesionales, ¿será que estamos reclutando mal?, es como si estuviéramos retrocediendo como profesionales.
Las inquietudes crecen y la única herramienta que encuentro es escuchar audio libros de autoayuda y videos de cómo lidiar con esto; tomar el control de nuestra vida personal y desconectarnos de ese tipo de comportamientos, cercando con barreras para que no nos afecte. De que una vez culmine nuestra jornada laboral, será lo más apropiado apartarnos de esos temas.
Debemos estar atentos en excluir a ese tipo de personas de nuestro círculo de atención y de escucha. Es necesario replantearnos las situaciones vividas y adicionar en nuestras vidas gente que agreguen valor a nuestro mundo y no darle cabida a quien nos desea el mal. Ese tipo de personas altamente dañinas y tóxicas son adictos emocionales que nos roban energía y lo hacen conscientemente de manera intencional para lastimar. Por ello, no permitas que ese tipo de gente pueda entrar en tu mundo; procura que no conozcan mucho de ti.
Ilustradora Anna P. Ferrabone
Tenemos derecho a elegir con quien nos relacionamos y con quien no. Todos merecemos rodearnos de gente buena a nuestro alrededor, cuidarnos y decirnos cosas positivas para crear seguridad en nosotros mismos, ponerle un alto a esa voz externa dañina y administrar bien nuestros sentimientos para que la vida sea un poco más bonita y seguir adelante a pesar de que nos sucedan eventos desagradables.
Focalízate en tu propia vida. No desperdicies tu tiempo prestando atención a rumores falsos que son demostraciones de envidia; recuerda que ese tipo de personas tienen una baja autoestima de sí mismos y, para llamar la atención, recurren a esas actuaciones porque su mundo no les llena y necesitan alimentarse de maledicencias.
Era cierto cuando nuestros abuelos o antepasados nos decían: “mira con quien andas y te diré quien eres” y tenían razón con esa frase; no se puede ser amigo de quien es dañino como tampoco lo podemos tener en nuestro círculo porque tarde que temprano ¡te lastimará!
Agradezco mucho la enseñanza de mi abuela materna Ester, que siempre me enseñó carácter. ¡No seas sumiso y no trabajes con miedo, enfrenta la vida con valentía y demuestra lo que eres y de qué estás hecho! Valores es lo que debe resaltar en nuestras vidas, lo demás el tiempo lo determinará y voceará la verdad como es.
* Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad exclusiva de su autora.
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