Sí, las actividades que te proponemos aquí son muy sencillas, y seguro hasta ya disfrutas de ellas, pero te invitamos a repensarlas para convertirlas en tu momento especial del día.
Lo más importante es que las adaptes a tu rutina de manera que sean un hábito placentero y no una tarea más.
Llama a esa amiga. Habla con ellas
Conversar con una amiga vitamina, de esas que te recargan, siempre eleva el ánimo.
Vete a caminar (aunque estés ocupada)
Cuando más atribulada te sientas mejor te caerá hacer una caminata. 15 minutos bastarán.
Agradece Siempre hay una razón
Los días más complicados son los mejores para agradecer. Te ayudan a poner en perspectiva los problemas.
Ponte creativa. Haz una receta especial
¿Qué tal cocinar un platillo especial? Si te gusta la cocina, una vez a la semana intenta una receta nueva. No olvides poner la mesa, copas de agua y un lindo individual ¡No importa si es solo para ti!
Haz tu ritual del café o del té
Toma tu café de la mañana despacio y con calma. Disfruta su aroma. O prueba tomar un té al final de tu jornada.
Date una ducha y pon una velita
Convierte tu baño en una experiencia de lujo usando aceites de baño, un jabón artesanal o encendiendo una velita para cambiar el ambiente del baño.