La situación es alarmante en Panamá y en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, el bullying es responsable de más de 260 mil suicidios cada año. Esta estadística impactante nos recuerda que debemos tomar acción, trabajar juntos y crear medidas para proteger a nuestros hijos de esta cruel realidad.
El acoso escolar es una sombra oscura que acecha nuestras escuelas, afectando el desarrollo y crecimiento mental de nuestros niños. Es un problema real y urgente que no podemos ignorar más. Cada día, millones de niños sufren en silencio, enfrentando insultos, agresiones y exclusión social que dejan profundas cicatrices en sus mentes y almas. No es solo una cuestión de travesuras infantiles; el bullying tiene consecuencias devastadoras que afectan su estudio y pueden llevar a un desenlace trágico: el suicidio infantil.
El impacto del bullying en el crecimiento mental de los niños es inmenso. El acoso constante y la intimidación pueden minar su autoestima y autoconfianza, afectando su capacidad para concentrarse en el estudio y el aprendizaje.
Muchos niños sufren ansiedad y depresión como resultado del bullying, lo que afecta negativamente su rendimiento académico y sus relaciones sociales. Además, los efectos pueden perdurar durante años, repercutiendo en su bienestar emocional y desarrollo personal a largo plazo.
Es crucial que los padres, educadores y la sociedad en general reconozcan la gravedad de este problema y tomen medidas preventivas. Para prevenir el bullying, debemos fomentar una cultura de respeto, empatía y compasión en nuestras escuelas y hogares. Aquí hay algunas formas en las que todos podemos contribuir:
- Comunicación abierta y escucha activa: debemos estar disponibles para nuestros hijos y estudiantes, brindándoles un espacio seguro para expresar sus emociones y preocupaciones. Escuchemos activamente y mostremos comprensión, sin juzgar ni minimizar sus experiencias.
- Educación y sensibilización: debemos educar a nuestros hijos sobre el bullying y sus efectos dañinos. Enseñémosles la importancia de respetar la diversidad y celebrar las diferencias entre las personas. Promovamos el valor de la inclusión y el respeto hacia los demás.
- Prevención temprana: es esencial detectar las señales de acoso desde temprana edad. Estemos atentos a los cambios en el comportamiento de nuestros hijos o estudiantes, y tomemos medidas si notamos signos de que están siendo víctimas de bullying.
- Denuncia y apoyo: fomentemos una cultura en la que denunciar el acoso sea seguro. Los niños deben sentir que pueden hablar sobre sus experiencias sin miedo a represalias.
- Intervención y seguimiento: si descubrimos algún caso como este, debemos intervenir de manera oportuna y efectiva. Trabajemos junto con las escuelas y las autoridades para abordar el problema de manera adecuada y tomar medidas correctivas.
El bullying es un delito y es responsabilidad de todos proteger la integridad mental, emocional y la inocencia de nuestros niños, de esta forma, podremos prevenir el suicidio infantil. Creemos entornos seguros y acogedores en nuestras escuelas y hogares, donde cada niño pueda florecer y crecer sin temor al acoso. La lucha contra el bullying comienza con nosotros, y juntos podemos marcar la diferencia en la vida de nuestros niños.
En nuestro sitio web oficial www.ogpab.org, (Organización Global de Prevención Ante el Bullying) puede realizar denuncias anónimas de acoso escolar y solicitar ayuda en caso de pensamientos suicidad. Puede descargar nuestra app gratuita oficial de la OGPAB.ORG en PlayStore para efectuar denuncias.
* El autor es director ejecutivo de la Organización Global de Prevención Ante el Bullying, presidente fundador de la Alianza Mundial Contra el Bullying, y autor del libro ‘Bullying: Terrorismo Escolar’
* Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad exclusiva de su autor.
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