En estos días, estuve en el Casco Antiguo y vi a una gran cantidad de jóvenes con cámaras, tomando fotos, así como a personas disfrutando de su tiempo libre y de la vida, respirando nuevos momentos...

La vida, como dicen muchos especialistas, es más que solo trabajo, y además de ser la mejor maestra, te da lecciones en vivo y a todo color. A veces es dura, pero necesaria para abrir los ojos. Cuando trabajaba a tiempo completo, solía decirme a mí misma que uno se perdía la belleza de poder observar el día, el sol, el atardecer, debido al corre corre de la vida y por estar encerrado entre cuatro paredes para cumplir con las obligaciones impuestas, que a menudo son la punta de lanza para soportar muchas veces injusticias, gente difícil, egoísta y poco auténtica.

Y aunque suene extraño y poco alentador, sí es un estilo de vida, a veces inducido de manera obligatoria y como circunstancia momentánea, que te permitirá aprender a vivir con ello, durante el tiempo que deba durar. Laboré 21 años en empresa privada y 6 años en el sector público, y este último tiene muchos desafíos, como reclutar de manera más eficiente, más participativa y menos política, para que en algunas décadas (porque cambiar la cultura no será fácil) pueda lograr ser la mejor empresa que una nación pueda aspirar a tener, donde todos tengan las mismas oportunidades, incluyendo capacitación, plan de carrera y un buen clima de trabajo.

Para lograr esto, deberán converger las mismas energías positivas de personas que quieran hacer las cosas bien y cambiar paradigmas. Salir de la comodidad de lo mismo de siempre, romper esquemas, ser más diligentes y desarrollar todas estas cualidades, aunque en algunas ocasiones en dicho sector, hagan ruido y creen ciertas amenazas, y nos quedemos con lo mismo de siempre.

Mientras tanto, tocará seguir pedaleando, como dice aquella frase de Albert Einstein: ‘La vida es como montar en bicicleta. Para mantener el equilibrio, hay que seguir pedaleando’. Y es que todo soñador seguirá impulsando sus buenas ideas y levantando su voz. Comienza a crear nuevos hábitos para que estos formen parte del futuro que sueñas. Arma tu paquete de nuevas habilidades, destrezas y sabiduría que la vida te regala, y aprecia más el tiempo libre para admirarlo con gratitud. Colabora con los pequeños emprendedores, ahora que podemos entenderlos, ¿verdad? Esto es una alternativa, y de la crisis pueden surgir oportunidades.

Finalmente, como plan principal, cuida de tu salud y la de tus seres queridos. Comienza a practicar algún deporte para generar más la hormona de la felicidad y crear ideas y novedades que te traerán cosas positivas y alegría en medio de este nuevo estilo de vida, que seguramente será temporal, porque nada queda estático y todo se mueve como aquella bicicleta de la vida que sigue avanzando y generando momentos.

* Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad exclusiva de su autora.

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