Hay mensajes, chistes, formas de hablar a los que los seres humanos estamos acostumbrados, o solemos normalizar. Sin embargo, detrás de algunos de esos mensajes hay información valiosa.

El chiste, las bromas y el sarcasmo son formas de decir verdades o cosas que las personas piensan, rodeadas de algo que no parece ser lo que se quiere decir. Es posible que te hayas sentido mal después de que alguien te haya dicho alguno de estos mensajes, que no lo hayas percibido como gracioso.

Hoy te cuento un poco más sobre esto para que estés atenta al efecto que pueden tener estos mensajes en tu autoestima.

Algo que me gusta decirle a mi hija es: “sin van a bromear entre tú y tus amigas, asegúrense que todos estén pasándola bien”. Muchas veces los hijos copian formas de hablar de sus padres y las llevan a ámbitos escolares o de amistad, en donde las épocas han cambiado, encontrándose hoy con nuevos modelos comunicacionales en donde determinadas formas van quedando obsoletas o incluso pueden estar señaladas como mal trato. Esta es una de ellas.

Con esto no estoy diciendo que dejes de bromear y divertirte, de hecho ¡qué lindo es divertirse! Pero ten cuidado en el uso de esta forma a la hora de relacionarte o de enviar mensajes a tus colegas, seres queridos, amigos. Las palabras construyen.

El sarcasmo puede ser un insulto disfrazado de humor. Es una forma de burla con la que una persona pretende dar a entender lo contrario o manifestar desagrado. Es una crítica indirecta.

También está la ironía, que es querer decir lo contrario a lo que estamos diciendo, un ejemplo pudiera ser cuando hablamos de alguien que no trabaja: “está muy ocupado trabajando”

A diferencia de la ironía, el sarcasmo busca herir. Siguiendo el ejemplo anterior, suponiendo el caso de una persona que está pasando malos momentos económicos y que no está moviéndose para salir de allí, pudiera ser: “jamás será pobre con todo lo que trabaja”.

“El sarcasmo es el arma, cuando no se tienen balas”, Freud.

El chiste, en cambio, tiene como intención hacer reír al receptor (ya sea oyente o lector). Su principal objetivo es la comicidad, aunque hay chistes con connotaciones políticas y sociales que enmascaran una crítica. Es una forma de decir verdades en forma intuitiva y espontánea provocando sorpresa.

Es una forma de transgredir costumbres, creencias y formas de pensar, lo que puede resultar incómodo para algunos. A pesar de ello, es una herramienta valiosa que nos libera y genera placer, que se expresa en la risa.

Mi intención con este tema es que prestes atención al uso de la ironía y el sarcasmo en tu vida, es posible que cuando los recibas sientas un malestar y eso desencadene una respuesta negativa en ti, o bien que creas que eso que te están diciendo es cierto y te aleje de tu valoración personal.

Si eres de los que habla de esa forma, revisa cuál es la intención detrás de eso que quieres decir y a quién. El contexto es muy importante.



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