En una relación siempre estamos relacionándonos con nosotros primero. Y la otra persona es la gran oportunidad que tenemos para mejorarnos, si lo trabajamos seriamente claro.

Te contaba en mi artículo anterior La vida como una película que uno de los momentos más duros de mi vida fue mi divorcio. Al principio estaba muy enojada con mi expareja, como si hubiera necesitado de ese enojo para poder hacer la separación.

Lo cierto es que comencé a sanar esa relación que consideraba importante y por el bien de nuestro hijo; para ello me ayudó el camino de autoconocimiento y aplicar la ley del espejo, entre otras cosas.

Todo lo que nos irrita, molesta y que criticamos en otros, está relacionado a nuestra forma de pensar y sentir esa situación, juzgamos desde nuestra experiencia y sentimiento. El problema real está en la forma en la cual estamos viendo y actuando respecto a ese tema. Muchas veces es una invitación a movernos y tomar acción concreta, salir del estado de víctimas y tomar la responsabilidad sobre nuestra vida.

La Ley del Espejo dice que todo lo que está fuera (las circunstancias de tu vida) es un reflejo de tu interior.

La vida refleja lo que hay en tu interior. Al igual que cuando nos miramos en un espejo, podemos conocer nuestra propia imagen. Si miramos lo que nos pasa en la vida respecto a otras personas, podremos conocer qué tenemos en el corazón y trabajarlo.

Yoshinori Noguchi, autor del libro La Ley del Espejo, propone que una vez lo tengas claro, orientes tu comportamiento hacia el perdón.

Muchas personas creen que eso que les molesta está en ellas, pero muchas veces puede pasar que eso que te molesta esté enseñándote a poner límites, a tomar las riendas de tu vida, a dejar de poner en otros las decisiones y a comenzar a liderarte.


¿Cómo aplicarla?

Primera ley: Todo lo que me molesta de otro está en mí.

Cuando algo te irrite o enoje de otra persona, antes de reaccionar piensa: ¿qué tiene que ver esto conmigo? ¿Estaré siendo así en algún área de mi vida? ¿Fui así alguna vez?

Segunda ley: Todo lo que me critican está reprimido en mí.

Cuando la crítica de alguien te moleste, pregúntate: ¿está esto mostrándome que hay algo que es importante que vea? Esta ley requiere humildad.

Tercera ley: Todo lo que me critica si no me afecta le pertenece a la otra persona.

Es posible que le hagamos de espejo a alguien y que eso no tenga que ver con nosotros, sino con ellos. Si no te molesta, está sanado en ti.

Cuarta ley: Todo lo que me gusta del otro está en mí también.

Cuando alguien te dice algo bueno, lo primero que piensas es: “esa persona tiene eso también”.


* La autora es life & business strategist. Su sitio web es https://www.paulacabalen.com/. Puedes seguirla en su cuenta de Instagram @paulacabalen

* Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad exclusiva de su autora.

* Suscríbete aquí al newsletter de tu revista Ellas y recíbelo todos los viernes.