La palabra comunidad es muy sonada en distintas circunstancias y escenarios. ¿Por qué no usarla cuando hablamos del trabajo?
En la palabra comunidad podemos encontrar dos más interesantes: común - unidad. Comunidad implica trabajar con acuerdo de voluntades, en búsqueda de intereses comunes, cooperación y ganar-ganar. Que agradable sería la vida profesional si así fuera entendida.
Los lugares de trabajo debieran percibirse como una gran familia, en la que todos puedan compartir una misma causa, definida en una misión diaria, para lograr objetivos propios de la misma organización y ganancia para todos.Pero en algunas ocasiones, lamentablemente lo que se observa son ciertos intereses, olvidándose del común denominador = trabajadores.
A mi juicio, las empresas que tienen esta filosofía de trabajo serán referentes para el resto. Recursos Humanos debe propiciar y fomentar esta armonía. No hay que tener un doctorado, o ser un gurú en gestión humana, para darse cuenta de que la voluntad es la que mueve personas, oportunidades y logra maravillas.
Un vivo ejemplo de este tipo de maniobras, es el factor llamado “escala salarial” que bien trabajada hace que el mundo laboral sea más profesional, justo, en la medida en que se analicen los puestos de trabajo, las funciones y la profundidad de las responsabilidades, así como el conocimiento requerido para tasarlo de acuerdo al tipo de empresa y actividad económica y de esa manera lograr ser competitivos en el desarrollo del capital humano y contar con herramientas para conservar a los mejores o hasta formar profesionales que conozcan bien la metodología del trabajo en la organización.
Pero si no se tiene claro el nivel de salario de acuerdo a la profesión u ocupación, ¿cómo se puede asegurar que se cuenta con el recurso humano apto para el puesto?
Si no se sabe reconocer a los buenos trabajadores, se continuará premiando a los no tan buenos y esto ocasionará desmotivación. El entusiasmo laboral es un elemento que vale la pena conservar y cuidar.
Recuerda que las mejores referencias las dan los mismos trabajadores, quienes comentarán que la empresa “TAL” es de “X” cualidad fuerte, distinta a otras o pésimo lugar para trabajar.
Mientras sigamos viviendo en un mundo disparejo, en donde las brechas cada vez más son mayores, en donde para poder conseguir un empleo se tenga que recurrir a influencias o mandatos impuestos, estaremos limitando la oportunidad a jóvenes y a quienes estén en la búsqueda de un empleo.
Esta cualidad de común unidad laboral, fomentará las habilidades blandas, la buena disposición, la voluntad, el buen ánimo, la productividad, el entusiasmo y trabajo en equipo.
Ojalá en las empresas se encuentren espacios para crear iniciativas que propicien y generen mejores ambientes laborales desde la premisa en que las oportunidades deben ser para todos.
* Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad exclusiva de su autora.
* Suscríbete aquí al newsletter de tu revista Ellas y recíbelo todos los viernes.