Así se llama la última comedia de Reese Witherspoon y Ashton Kutcher que se estrenó en estos días, en la plataforma Netflix.

¿Por qué hablo de esta peli hoy? En primer lugar, porque me gusta ver películas en donde intuyo que el final es feliz, muy american style, y que son un pasa tiempo.

Por otro lado, porque a medida que la veía, no podía despegarme de la sensación de ¡plagio total! ¡Me copiaron!, pensaba. Y cuanto más veía, más reforzaba el tema.

Resulta que en mi vida, una vida de noviazgos y amor, hay un caso igualito al de la peli, el de mi relación actual.

Sin ánimo de que mis anteriores parejas se ofendan, ya que cada vez que estuve en una relación, estuve allí, al máximo. Y cuando me di cuenta de que ya no iba, ellos fueron los primeros en saberlo. Para mí, es clave la comunicación, y eso es lo que hice.

Ahora paso a contarte un trocito de mi historia romántica.

Soy una enamorada de la vida, hay cosas que me enamoran de las personas, una de ellas, es el cuidado. Alguien que me demuestre que me quiere cuidar, y lo demuestra, me enamora. ¿Te pasó?

A través de mis estudios como consteladora familiar comprendí el por qué.

Esta semana, escribiendo mi saludo de San Valentín, hice una recapitulación de mi actual relación y hoy te la comparto y te pido que fluyas conmigo, para dejar entrar en tu vida el concepto de sincronicidad o diosidencia.

Conocí a Diego en 1995, cuando ambos estábamos en Buenos Aires, en uno de nuestros trabajos más importantes en la empresa número 1 de seguros.

Estaba de novia y él también. Nos hicimos muy buenos amigos, no fue hasta que salí de la empresa para ir a trabajar a PWC que no comenzamos a vernos con más frecuencia como amigos, de verdad. No nos gustábamos físicamente, sino como personas.

En 2002 me casé, y él fue mi testigo de boda. Vino a mi fiesta con su novia, que no podía ni verme.

La influencia de esta chica en su vida hizo que dejara de verlo, se fue a vivir a Panamá, con un super puesto, ella lo acompañó y allá se casaron.

Perdí contacto con él durante más de tres años.

Mientras tanto, tuve un hijo con mi marido. A los pocos meses, comenzó el declive de la relación (lo cual dejo para otro capítulo).

Luego de separarme, reaparece en mi vida mi amigo Diego, mi amigo, separado recientemente también.

Comenzamos a vernos de nuevo, yo había estado muy enojada por su alejamiento; era un hermano para mí.

Al regresar… me dijo: “creo que me gustaste siempre…”

Sigo con la segunda parte de esta historia en el próximo artículo. Mientras, mira la película ¿Tu casa o mi casa? (Your Place or Mine) disponible en Netflix.


* La autora es life & business strategist. Su sitio web es https://www.paulacabalen.com/. Puedes seguirla en su cuenta de Instagram @paulacabalen

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