Es natural que los humanos nos sintamos heridos o enojados por las cosas injustas que suceden en la vida. Nadie quiere ser consumido por el dolor o la pena, pero vivimos en un mundo en donde los desafíos y cambios son inevitables; es conveniente incrementar nuestro nivel de resiliencia.
¿Qué es la resiliencia? La resiliencia es ser capaz de adaptarte y eso implica ser capaz de cambiar la situación que te rodea. Se trata más de crecer a través de los desafíos de la vida en lugar de no verse afectado por ellos.
Muchas personas piensan que ser resiliente es recuperarse de un trauma o evento y volver luego a cómo eran las cosas antes de esa situación.
Por más que te escondas no podrás evitar que la vida continúe, de modo que la propuesta de hoy es saber cómo desarrollar más profundamente esta gran habilidad, sin esperar a que algo suceda para hacerlo. La resiliencia es lo que te dará la fuerza para enfrentar lo que venga.
Una buena pregunta para hacernos es: “¿Qué es la normalidad hoy?” Y a través de la resiliencia, adaptarnos a lo que suceda con lo que trae la vida.
¿Cómo desarrollar la resiliencia?
Al igual que cualquier otra habilidad, requiere práctica regular. Hoy te comparto algunas ideas:
- Crea una red de apoyo: aprende a apoyarte en otras personas para recuperarte de alguna situación.
- Practica afirmaciones positivas: las afirmaciones positivas son dichos o frases que las personas repiten para ayudarse a controlar los pensamientos negativos. Puedes encontrar algunas Afirmaciones Positivas en mi artículo de hace unas semanas aquí.
- Pregúntate para qué está sucediendo esto: dicen que no son tus pruebas sino la forma en que respondes a ellas lo que te define. Decide encontrar un propósito en la situación que suceda.
- Aprende a reír: si bien puede ser difícil reír cuando te sientes muy mal, es importante saber que la risa libera endorfinas en el cerebro, lo que reduce los niveles de estrés. Desarrollar el hábito de ver las cosas con humor puede prepararte para momentos en donde las cosas se pongan oscuras.
- Vive en gratitud: la práctica de la gratitud contribuye a una mejor salud mental y física, te ayuda a entrenar tu cerebro en la búsqueda de positivismo en cualquier situación. Puedes tener un diario de gratitud.
- Cuida tu salud: el ejercicio regular, la nutrición adecuada y la atención plena desarrollarán tu resiliencia.
- Permítete sentir: deja que las emociones aparezcan, obsérvalas pero no dejes que te controlen. Aprende a gestionarlas.
- Acepta este momento como es: no evites el dolor o las situaciones incómodas. Todo pasa.
- Busca ayuda profesional si es necesario: las personas más fuertes son aquellas que buscan la ayuda que necesitan.
Hay muchos recursos disponibles.
* La autora es life & business strategist. Su sitio web es https://www.paulacabalen.com/. Puedes seguirla en su cuenta de Instagram @paulacabalen
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