Para llamar por teléfono a Colombia desde cualquier parte del mundo se debe marcar el prefijo 57. De allí toma su nombre la canción que Karol G. ha grabado junto a Maluma, J.Balvin y otros artistas muy reconocidos del género musical urbano en ese país y que fue emitida el 7 de noviembre.

+57 tenía como intención ser un tema de fiesta, ‘de perreo’, dirigido al público más fiel de los cantantes, y mostrar algunos elementos de la cultura colombiana, como dijo Karol G en una sesión en tiempo real en Spotify. Aunque la controversia suele estar presente en la música urbana de estos artistas, probablemente no esperaban el rechazo que ha venido desde diferentes sectores.

La revista especializada en música Rolling Stone en su versión en español ha dicho: “Sin importar de qué género musical se trate, cantar sobre niñas que ‘están buenas’ no está bien”. En la red social X, la subdirectora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Astrid Cáceres, compartió el artículo de Rolling Stone y agregó este comentario: ‘@karolg @maluma les invito a que conozcan las horrorosas historias de explotación sexual, violación y asesinato de niñas de 14 años y menos en Medellín, las historias de las sobrevivientes y lo que corean en rumba las expone o las protege. No hay mercado que justifique esta letra’.

En abril de este año el caso de un estadounidense denunciado por mantener relaciones sexuales con dos menores de edad en un céntrico hotel de la ciudad de Medellín disparó las alarmas sobre las redes de trata infantil en la segunda ciudad más importante de Colombia, lo que fue razón de mover a las autoridades y a las organizaciones para plantar cara al turismo sexual infantil. La letra que habla de “mamacita de fourteen” es cantada por cinco artistas, todos de Medellín.

Por otro lado, la ciudad colombiana lleva años tratando de dejar atrás el imaginario de narco cultura que dejó Pablo Escobar, por eso también se han resentido los que vieron en esta canción que hace referencia a medallo, la siguiente línea: “Aquí lo que hay es exotic, pepa, guaro, Hpnotiq (-tiq)”.

Si bien los cantantes no son los llamados a resolver los problemas sociales de un país, lo cierto es que los adolescentes que los siguen imitan su vestir, su peinado, su lenguaje y también podría ser sus relaciones afectivas. En dos días la canción llevaba 10 millones de reproducciones en Youtube.

Estos son algunos puntos que generan controversia sobre la letra de la canción.

1. Cosificación y sexualización de las mujeres

“Le echo en el abdomen la cremita de Oreo”: La canción destaca de manera explícita características físicas y conductas que cumplen con los deseos y fantasías masculinas. Expresiones como “Es mucho lo que abajo carga, en el maki no cabe la...” refuerzan la idea de que el valor de las mujeres radica en su apariencia y en ser objetos para el placer masculino.


2. Relaciones de poder y control

“Y aunque esa bebita tiene dueño...” Hay líneas que sugieren una relación de posesión y control por parte de los hombres hacia las mujeres: “ese cu... suyo es mío con sello y firma”. La mujer o sus partes es una posesión que se reclama. Desde esta mirada está bien que el hombre controle y vigile a la mujer, dónde está y qué hace y que se sienta con el derecho de lastimarla si no acepta ese control.


3. Refuerzo de estereotipos de mujer mala frente a mujer buena

“Le dijo al novio que se iba a dormir ya/ pero su amiga le dañó la mente”. La protagonista de la canción es una “bebita mala”, que es “inteligente” por su habilidad para manipular o salir de fiesta sin ser “descubierta” por su pareja. Este enfoque refuerza la creencia de que las mujeres que van a fiestas son malas. Muestra el doble estándar que censura a las mujeres, pero no hace los mismo con los hombres, muy por el contrario.


4. Consumo de sustancias y relaciones en entornos de riesgo

“La nota está subiendo y ella perreando esa borrachera”. La canción normaliza el consumo de sustancias en medio de la fiesta y el descontrol. La violencia de género está vinculada a entornos donde se pierde la claridad en la toma de decisiones. Hablar de este tipo de comportamientos como liberación para las mujeres refuerza una narrativa que confunde libertad con autodestrucción.


5. Trivialización de las relaciones y del compromiso

“…y si le preguntan que si tiene novio, depende”, frases como este muestran la infidelidad como una conducta normal o incluso deseable en contextos de fiesta. Sugiere que las relaciones de pareja son juegos donde se puede mentir o engañar.

En la actualidad son varias las artistas que hoy defienden las letras de sus canciones como ejemplo de autonomía y liberación femenina sobre todo en el aspecto sexual. Sin embargo, al analizar el mensaje es evidente que se sigue haciendo desde la expectativa y validación masculina con referencias a qué tan ‘buena’ está la mujer, cuánto puede provocar a excitar al hombre.

Esto es lo que cantan e imitan las mujeres jóvenes y ayuda a los hombres jóvenes a formarse ideas de cómo deben ser las relaciones de pareja.