Como de las beatíficas visitas papales o de aquel mítico primer concierto de los Stones en Madrid en 1982, así probablemente hablará toda una generación de la llegada a la ciudad de Madrid Taylor Swift en su jet privado con la gira que ha roto los registros de taquilla mundiales, The Eras Tour.

El renovado estadio Santiago Bernabéu, a pesar de las vallas de obra que aún perduran en el exterior, se ha vestido de gala este miércoles 29 de mayo para su estreno como templo de grandes citas musicales ante 65 mil personas (y otras tantas este jueves), como ha confirmado la propia artista.

Pese a la fugacidad de la industria musical actual, al menos en mayo de 2024 la estadounidense se ha confirmado como uno de los escasos artistas de la generación milenial capaz de levantar el fervor mastodóntico de las viejas leyendas, así como de convocar a rostros famosos como los de Aitana, Blake Lively o Ryan Reynolds.

Y Taylor Swift descendió sobre Madrid para elevarse a los cielos

Fotos: EFE/Juanjo Martín

Había ambiente de fiesta y de ocasión única en el entorno del estadio desde bastante antes del inicio, con muchos extranjeros y seguidoras pertrechadas a 34 grados de temperatura con lentejuelas y toda la iconografía de la artista, incluso con camisetas del equipo de rugby de Travis Kelce, su actual pareja.

Con accesos fáciles y rápidos, el Bernabéu lucía casi lleno para la actuación de los teloneros, los estadounidense Paramore, que no recalaban en Madrid desde 2011, el mismo año de la hasta ahora única actuación de Swift en el país bajo un estatus muy diferente: solo cuatro mil personas acudieron entonces a su llamado.

Aún con precios altos que en algunos tickets VIP llegaron a cerca de 650 dólares, sin ni siquiera opción de comprar de reventa en webs el día del concierto, más de 65 mil almas han disfrutado de más de tres horas con 45 canciones y tantos cambios de vestuario como etapas discográficas ha tejido la protagonista desde su segundo LP, Fearless (2008).


Snow On The Beach, por sorpresa

Como viene siendo habitual desde que este tour arrancara en EE.UU. hace más de un año, el exhaustivo repaso a su obra no ha partido con ese álbum ganador del Grammy al mejor disco, uno de los cuatro que tiene en esta categoría, sino con Lover (2019), uno de los más joviales y queridos de su carrera.

“¡Encantada de conocerlos!”, ha dicho en español al plantarse sobre el escenario ante un público cuya entrega ha reconocido inmediatamente. “¡Vaya manera de cantar y bailar, qué buena forma de empezar!”, ha exclamado tras el consabido pero no por ello menos celebrado inicio con Miss Americana y Cruel Summer.

Igualmente conocido y aún así colosal es el despliegue de producción, con un enorme pantallón que cubre una grada entera, la pasarela hasta el fondo de la pista, el podio ondulante, sus seis músicos y cuatro coristas, la quincena de bailarines, las pulseras de led y las múltiples trampillas por las que Swift aparece y desaparece.

Y Taylor Swift descendió sobre Madrid para elevarse a los cielos

Fotos: EFE/Juanjo Martín

Y Taylor Swift descendió sobre Madrid para elevarse a los cielos

La cantante y compositora estadounidense Taylor Swift ofreció un concierto este miércoles en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid. Fotos: EFE/Juanjo Martín

También la acústica del Bernabéu ha respondido satisfactoriamente, no tanto el termostato, con un calor casi tan tórrido a las 10 de la noche dentro como en el exterior a las 5 de la tarde.

Ella, por su parte, no ha dejado de pasmarse por la fidelidad con la que el público ha coreado las letras, con la capacidad del estadio del Real Madrid, “que no se acaba nunca”, y ha prometido que no volverán a pasar 13 años hasta su próxima visita.

Una a una ha ido pasando por todas sus etapas y canciones, desde la seminal You Belong With Me, como We Are Never Ever Getting Back Together, de su estallido pop con Red (2012), o la pegada de ...Ready for it?, del oscuro Reputation (2017).

Segura sobre el escenario, Swift ha sido una perfecta jefa de pista, sólida al cantar, versátil en el cambio de registro musical, bromista (”¿Tienen 10 minutos?”, ha dicho antes de su larga versión de All Too Well) y con guiños constantes a sus seguidores, como cuando se ha acercado a regalarle su bombín a una jovencísima fan.

Y Taylor Swift descendió sobre Madrid para elevarse a los cielos

Fotos: EFE/Juanjo Martín

Y Taylor Swift descendió sobre Madrid para elevarse a los cielos

Cerca de 65 mil personas acudieron a este primer concierto de Taylor Swift en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid. Fotos: EFE/Juanjo Martín

Y Taylor Swift descendió sobre Madrid para elevarse a los cielos

Fotos: EFE/Juanjo Martín

Como en una película de Peter Jackson, el público se ha merendado hora y media sin despeinarse, listo para la segunda parte con el calmo Folklore, el que abrazó hasta el mundo “indie”, con una cabaña en mitad del escenario y cálidas recreaciones de Betty o Champagne Problems, esta con ella sola al piano, el recinto preñado de tonos champán y un espontáneo y enorme aplauso final.

Para quien ese extenso segmento folk lo sumió en algo cercano al sopor, la sacudida de 1989 (2014), su álbum de mayor éxito, el de Style, Blank Space y, sobre todo, el de Shake it Off y Bad Blood, que no han dejado a nadie sin bailar.

Un mes lleva en la calle The Tortured Poets Department (2024), pero lo ha arropado con impresionantes puestas en escena, sobre todo Who’s Afraid of Little Old Me? o Fortnight, aunque ha sido I Can Do It With A Broken Heart la más coreada, antes de entonar por sorpresa Sparks Fly, I Can Fix Him (No Really I Can), I Look In People’s Window y Snow On The Beach.

Y entre clásicos recientes como Lavender Haze, Antihero o Karma, Swift ha puesto el punto y final a su larga ópera pop cerca de la medianoche con el trabajo que así tituló, Midnights, y un agradecimiento al público español: “Gracias por ser así, han hecho que este concierto pareciese que duró solo 10 minutos”.


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