Poco antes de cerrar el concurso Roberto Lewis de artes visuales, una persona le recomendó a Pilar Moreno participar.
La artista visual, de formación psiquiatra, había ganado el premio en 2014, pero ahora no tenía un proyecto que encajara en las categorías tradicionales del premio Roberto Lewis. No sabía que las bases habían cambiado para dar cabida a otras expresiones artísticas, además de pintura, escultura, fotografía o arte digital.
Así fue como La chica destellante y otras propuestas ganó el Gran Premio Roberto Lewis. En su comunicado de prensa el Ministerio de Cultura, organizador del concurso, lo describe así: “Este trabajo fue presentado en un libro que muestra una compilación de fotografías en las que personas con un diagnóstico de salud mental, fotógrafos y artistas, se unieron para expresar sus emociones y darle una voz a quienes no la tienen”.
Pilar lleva años trabajando con artistas fuera del circuito tradicional del arte, un ejemplo es su proyecto Para su tranquilidad haga su propio museo, presentado en el Festival Internacional de cine de Panamá en 2022. En 2018 llevó con el Centro Cultural de España el proyecto En una Papa para la profesionalización y difusión de artistas que trabajan fuera del circuito del arte, que incluyó una exposición de Manuel Sacramento o Chingui, artista de San Felipe famoso por pintar sus personajes en una papa. En su honor, el nombre del proyecto.
Este año En una Papa cobija este laboratorio de arte en el que Pilar Moreno trabajó con los integrantes del grupo La Perseverancia de San Miguelito, compuesto de personas diagnosticadas con un trastorno mental. Fue difícil conseguir los recursos para llevar adelante el proyecto, además de los insumos y el espacio de trabajo, era necesario transportar a los participantes al taller.
Durante 12 sesiones trabajaron máscaras como una respuesta hacia los estigmas sobre la salud mental. En este taller, en el Museo de Arte Contemporáneo que donó el espacio, fueron acompañados por las artistas Maia Alfaro, Carola Gelabert y Andrea Santos.
La artista hace un reconocimiento al aporte de estas artistas, que se sumaron sin dudas, a pesar de que muchas personas tienen recelos de trabajar con personas con trastornos mentales justo debido al estigma.
Pilar describe en su propuesta al premio, como en un clima de colaboración solidaria y con mucho sentido del humor los participantes inventaron sus nuevas identidades representadas en máscaras: La Chica Destellante, Orion el Viajero del tiempo, Hugo el Fantasma que No Asusta a Nadie, Prudencio, Spike el Superhéroe, Palotala.
“Las máscaras que crearon son un desafío al estigma. Al deseo de una parte de la sociedad de que desaparezcan, de que se vuelvan invisibles. Porque con la máscara consiguen que se les vea más. Que la gente se pregunte quiénes son, qué están haciendo y, por qué lo están haciendo. Obligan al mundo a detenerse por un momento a mirarlos”, expresa Pilar.
El proyecto fue documentado por el fotógrafo Francisco Malaga, quien retrató a cada uno con sus máscaras.
La Galería de arte Juan Manuel Cedeño ubicada en La Plaza de Francia, en el Casco Antiguo será la sede de una exposición de esta obra y de las otras ganadoras del premio Roberto Lewis, que será inaugurada la noche del martes 24 de octubre.
En una entrevista la artista Pilar Moreno conversa sobre este proyecto y el significado del premio para el mismo.
Pilar, ¿cuál es el origen de este proyecto?
Bueno, este proyecto tiene su origen en mi interés por el arte y la discapacidad psíquica, trabajando con artistas que se desenvuelven en los márgenes de la sociedad. Algunos de ellos tienen discapacidades psíquicas, mientras que otros enfrentan situaciones de marginalidad. A lo largo de los años, he desarrollado talleres, cursos y laboratorios de creación que han tenido una trayectoria no solo en Panamá, sino también en otros países. Mi enfoque es en el arte relacional, también conocido como arte de interacción social, donde trabajo en colaboración con personas de diversas experiencias y perspectivas.
¿Cómo identificas a los artistas con los que trabajas? En especial si como dices están en los márgenes de los circuitos tradicionales.
Mi interés en el tema me ha llevado a conocer a muchas personas y organizaciones que trabajan con artistas que enfrentan desafíos sociales o de salud mental. En el caso de este proyecto ganador, trabajé con un grupo llamado “La Perseverancia”, en San Miguelito, que es un grupo de ayuda mutua para personas con trastornos mentales en Panamá. Los conozco desde hace años, y son una comunidad con la que he mantenido una relación a lo largo del tiempo. Esta conexión me ha permitido colaborar con ellos en varias ocasiones.
Pilar Moreno dirigió al grupo la Perseverancia, su proyecto de arte relacional hecho por personas con discapacidad psiquica ganó el premio Roberto Lewis 2023. Foto: EFE
¿Cuál fue la dinámica del proyecto?
El proyecto se basa en la creación de identidades y personajes ficticios a través de la construcción de máscaras y disfraces. Trabajamos en representaciones plásticas y escénicas, explorando temas relacionados con la salud mental y la percepción de la sociedad hacia las personas con trastornos mentales. El taller tiene como objetivo darles voz a los participantes y crear un espacio para que se expresen. Es una experiencia muy poderosa, y el resultado se documenta en un pequeño libro que incluye entrevistas, textos escritos por los propios artistas y fotografías de las representaciones.
¿Qué es el arte relacional?
Es una forma de arte que se centra en la interacción social y la colaboración con la comunidad con la que trabajas. Implica investigar temas de interés y relevancia para esa comunidad y crear obras de arte a través de esa colaboración. Es un enfoque que busca generar un diálogo y una relación entre el artista y la comunidad, y a menudo tiene un componente de activismo social. Mi proyecto se centra en el arte y la salud mental, y busca cambiar la percepción y la comprensión de las personas con trastornos mentales. Hay muchos referentes de este arte. En Panamá está Humberto Velez.
¿Qué impacto tiene este reconocimiento para el proyecto?
Ganar el premio fue por supuesto una alegría, pero sobre todo es un reconocimiento del valor de este proyecto en el ámbito del arte contemporáneo. Para mí, es un cierre gratificante después de tanto esfuerzo, ya que hemos trabajado con recursos limitados y mucho trabajo voluntario. Este premio nos da un cierto respaldo y nos permite presentarnos a más oportunidades y buscar apoyo financiero para seguir adelante. Es un impulso para continuar con esta importante labor.
¿Cómo das a conocer tu proyecto?
Utilizamos diversas estrategias, como la creación de un dossier con imágenes y una narrativa de las actividades realizadas. También tenemos un Instagram donde compartimos imágenes y actualizaciones sobre el proyecto. Queremos que la gente se involucre y comprenda lo que estamos haciendo. Además, estamos trabajando en crear conciencia sobre la importancia de la inclusión y el trabajo con personas que enfrentan desafíos de salud mental.
“Haciendo este taller me he sentido orgullosa de mí misma. Agradecemos que nos prestaron este lugar, porque no es todo el mundo que se abre a personas como nosotros… Siempre ese miedito y la cosa… ¿Cómo se irán a portar?, ¿Cómo se irán a portar…?”. Foto: Francisco Malaga
“No hay más nadie que sepa del dolor, la frustración y la pena, que el que tiene que tomar el medicamento y el que padece el trastorno”.
¿Has notado algún cambio en la percepción de la sociedad hacia la salud mental y las personas con discapacidades psíquicas, especialmente después de la pandemia?
La pandemia ha planteado desafíos sin precedentes en muchas áreas de la sociedad, y la salud mental ha sido una de las más afectadas. La situación ha evidenciado la falta de recursos y apoyo para abordar esta problemática. A pesar de que se ha hablado más sobre la salud mental durante la pandemia, no ha habido un aumento significativo en los recursos disponibles para abordar esta cuestión. Creo que como sociedad, debemos reflexionar sobre cómo podemos priorizar la salud mental y brindar más apoyo a las personas que la necesitan. Es un desafío importante que debemos abordar de manera más efectiva.
¿Qué experiencias has tenido al trabajar con las personas que participan en tu proyecto? ¿Cómo describen lo que significa para ellos crear?
Una de las preguntas que le hacía al grupo durante el taller era cómo trabajar el estigma, como romper esa barrera y ese miedo que las personas tienen hacía quienes tienen una discapacidad mental. Algo que ellos repetían es que ojalá la gente pudiera ver más allá de eso y ver el trabajo que ellos pueden hacer de lo que son capaces.
¿Cómo ves el futuro de tu proyecto y la importancia de abordar la salud mental y la inclusión en la sociedad?
El premio que hemos recibido nos ha dado cierto respaldo, pero aún necesitamos más recursos y apoyo para continuar. Creo que es fundamental abordar la salud mental y la inclusión en la sociedad de manera más efectiva. La pandemia ha destacado la importancia de este tema, y debemos seguir trabajando para crear conciencia y promover un cambio significativo en la percepción de la salud mental y la inclusión de las personas con discapacidades psíquicas en la sociedad. Es un desafío, pero es esencial para construir una sociedad más comprensiva y equitativa.
“Los medios de comunicación son muy amarillistas, sensacionalistas, y el cine, lo mismo. Hay que trabajar mucho para abolir el estigma...La enfermedad no nos limita, los que nos incapacita es estar encerrados. Que nos hagan sentir que somos muebles viejos”. Foto: Francisco Malaga
“Queremos que nos faciliten, para nuestra recuperación, talleres laborales. Porque todos nosotros somos personas adultas. En la comunidad, si ven que estamos participando igual que todas las otras personas, ganándose el pan de cada día, eso causaría un respeto hacia las personas de salud mental y ya tendrían por fuerza que vernos de una manera distinta”. Foto: Francisco Malaga
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