Más de 400 artesanos expondrán la colorida diversidad cultural de Panamá en la Feria Nacional de Artesanías 2024, del 19 al 23 de junio, para atraer a turistas extranjeros e impulsar la economía de ese sector, según informó el Ministerio de Cultura de Panamá.
“Esta feria es importante por dos pilares fundamentales: uno, el desarrollo económico para nuestro sector artesanal al ser una vitrina de venta importante (...) y (dos) para que nacionales y extranjeros conozcan sobre nuestra cultura, siendo también una vitrina de docencia sobre nuestra diversidad”, dijo a EFE la ministra de Cultura de Panamá, Giselle González, durante una rueda de prensa.
La cuadragésima cuarta Feria Nacional de Artesanías de Panamá se celebrará durante cinco días en el Centro de Convenciones de Atlapa, frente a la bahía de Ciudad de Panamá.
En esta edición se espera que cientos de artesanos superen el logro del año pasado: más de un millón de dólares en ventas y casi 50 mil 000 visitantes, según explicó a EFE la directora nacional de Artesanías del Ministerio de Cultura de Panamá, Esther Pérez.
“Es una feria que atrae a todo el público panameño que viene a comprar directamente al artesano. Vamos a tener una convocatoria de 409 artesanos, son 13 actividades artesanales incluyendo la gastronomía, y cosas nuevas como un túnel de exposición, la construcción de una casa de quincha (un tipo de vivienda hecha de una mezcla de tierra, paja y agua) y la alfombra de sal”, declaró Pérez.
A los protagonistas de esta feria, según Pérez, hay que darles un importante reconocimiento por ser “los artífices de esta construcción”: “Los artesanos de distintas partes de Panamá han trabajado por meses y vienen con ansias a vender su producto”.
“Debemos ponderar al constructor de la identidad folclórica panameña, que es el artesano sin el que no tendríamos tambores, empanaditas, pollera (vestimenta tradicional de Panamá) y debemos reconocer el valor agregado que representa para la economía panameña el producto artesanal”, agregó.
Tejedores de la identidad cultural
Además de ser una puesta en escena para la identidad cultural del país caribeño, esta feria pretende impulsar la economía de los artesanos, normalmente ubicados en las provincias del interior, alejados de la capital que concentra las mayores oportunidades de trabajo.
“(El objetivo es) encontrar productos que uno no congrega o no puede ver fácilmente en el día a día de la ciudad”, añadió la directora de artesanías.
Una de esas artesanas es Yeimi Zarzavilla, confeccionadora de trencillas de mundillo (un estilo de tejido artesanal de influencia española que se estampa en la vestimenta folclórica del país), quien expondrá esa práctica durante la feria.
“Va a ser una labor muy bonita enseñarle a las personas cómo es la confección y mostrar el resultado de tantas horas de trabajo y lo que se logra hacer con hilos y alfileres”, señaló Zarzavilla.
El artesano de máscaras de diablos sucios, Alexander Alarcón, también está emocionado por mostrar su oficio, creando el accesorio fundamental de esos ‘diablicos’, uno de los personajes típicos de la cultura panameña que bailan ataviados y con una enorme máscara rojinegra puesta simulando ser un demonio. “Es importante la venta, pero más la promoción”, concluyó.
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