Si te has encontrado diciendo estas frases: es demasiado complicado, este no es el mejor momento, mañana comienzo, no tengo dinero para hacer esto, tengo que hacerlo pero no tengo tiempo... Este artículo es para ti.
Quiero que sepas que no existe el mejor momento para hacer algo. La mayoría de las cosas que merecen la pena requieren tiempo y dedicación.
¿Por qué no ahora? Hay una regla que yo sigo y es que si puedo hacer algo en menos de cinco minutos lo hago ahora mismo.
Hay personas que han lanzado negocios sin dinero. Todos tenemos las mismas horas en el día, por tanto tenemos el mismo tiempo.
¿Qué quiere decir la palabra procrastinar?
Significa diferir o aplazar, ir dejando las cosas para otro momento.
En psicología, la procrastinación tiene un papel muy importante porque ataca la parte del cerebro de la recompensa. Esto quiere decir que si no veo un resultado rápido es posible que no merezca tanto la pena.
Por lo general, las tareas que tendemos a procrastinar son tareas importantes que implican grandes cambios y grandes resultados, pero que son a medio o largo plazo.
Estos procesos, si no se dividen en pequeñas tareas más manejables, se hacen demasiado complejas para el cerebro y esto causa rechazo y abandono.
Esta es la razón por la que nos cuesta tanto cambiar y salir de la zona conocida o de confort.
Cuatro pasos para comenzar a dejar de procastinar:
Aprende a gestionar
Cosas importantes y urgentes: son tareas o proyectos que debes empezar hoy y lo sabes. Posiblemente las estés dejando para más adelante porque te van a llevar mucho tiempo y con el trabajo del día a día no puedes ponerte a ello. Cambia el chip ya y evita distracciones innecesarias. Dedícales una o dos horas a diario a estas tareas o proyectos.
Cosas importantes y no urgentes: son tareas o proyectos que sabes que van a ayudarte pero que no tienes que hacer hoy o esta semana. Lo mejor es que las planifiques en el calendario para empezar un día específico.
Cosas no importantes y urgentes: redes sociales, llamadas de teléfono, notificaciones de Whatsapp, personas que te interrumpen y empiezan a contarte su vida, problemas, reuniones… La solución es apagar el teléfono, cerrar la puerta poniendo un cartel de no molestar y planificar todo lo posible. Puedes plantearte buscar espacios fuera de casa o de la oficina para finalizar tus temas.
Cosas no importantes y no urgentes: muchas veces son asignaturas pendientes que se acumulan por falta de urgencia. Algunas veces viene bien. Pero estas tareas consumen tu tiempo sin aportar valor. Recuerda que el tiempo es finito. Inviértelo en alguna cosa que te ayude de verdad a ser más feliz.
* La autora es life & business strategist. Su sitio web es https://www.paulacabalen.com/. Puedes seguirla en su cuenta de Instagram @paulacabalen
* Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad exclusiva de su autora.
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