Luego de once días de luto oficial, el lunes 19 de septiembre se llevó a cabo el funeral del estado de la reina Isabel II, quien falleció el pasado 8 de septiembre a los 96 años.
La nueva princesa de Gales, Kate Middleton, acudió a la ceremonia en la Abadía de Westminster junto a sus dos hijos mayores, el príncipe George y la princesa Charlotte, de nueve y siete años respectivamente. Se conoció que Louis, el pequeño de cuatro años quien se robó la atención durante la celebración del Jubileo de Platino de la reina, se quedó en casa.
Los príncipes George y Charlotte junto a la reina consorte Camila; su madre, la princesa Kate; y a su tía política Meghan Markle.
George, vestido con un traje azul oscuro; y su hermana Charlotte, de negro y sombrero de ala, acudieron al funeral en la Abadía, se sentaron junto a sus padres en la primera fila de frente al ataúd y junto a importante líderes mundiales. George es el segundo en la línea de sucesión al trono británico, después de su papá, el príncipe William; y su hermana, la tercera.
Los niños también fueron parte del servicio privado realizado en la Capilla de San Jorge, en Windsor; y de la procesión real, donde caminaron detrás del ataúd de la monarca.
Solo la noche antes del funeral, el palacio confirmó la participación de los hijos de William y Kate en el sepelio. Por sus cortas edades se desconocía si serían parte de la despedida oficial de la reina. También porque históricamente los bisnietos no solían tener un rol importante en estas ocasiones, pero el longevo reinado de Isabel II dio nuevo significado a sus posiciones.
Gan Gan era el nombre que los hijos de los nuevos príncipes de Gales le tenían de cariño a su bisabuela. En homenaje a ella, la princesa Charlotte llevó al funeral un broche en forma de herradura, un regalo de la reina Isabel II, quien siempre demostró su gran amor a los caballos.
En homenaje a su bisabuela, la princesa Charlotte llevó un broche en forma de herradura, un regalo de la reina Isabel II, quien siempre demostró su gran amor a los caballos.
George, de nueve años, es el segundo en la línea de sucesión al trono británico, después de su papá, el príncipe William. Su hermana Charlotte, de siete años, es la tercera.